‘Entre cielo y tierra no hay nada oculto’ dice un viejo aforismo filosofal de los abuelos, o mejor de los ‘abuedinosaurios’, como los califican los ancianos modernos de ahora, esos enmarcados en los Millennials, o en la Generación Z (o Centennials), y los que han de venir, que poco saben de esas vainas pese a tener a Google al alcance de sus dedos.
Para ir directo al grano y no distraerlos les ilustro lo anterior con apuntes picantes pillados al vuelo en el último mes en medios nacionales e internacionales, con el ánimo de apartarlos un rato de los temas truculentos cotidianos:
La fogosa condición de JLO. La diva del cine mundial, Jennifer López, en su reconcilio, después de una ruptura, o quizás esos acuerdos de pareja: “Vamos a darnos un tiempo…”, cuando el fuego amoroso se está pagando, o solo quedan las cenizas, le puso como condición a Ben Affleck que, en la semana, mínimo, echaran cuatro polvos y eso sumaba puntos a la sostenibilidad de la relación marital, de lo contrario que fuera mirando hacia su ropero y maletas.
Lo que destapa la guerra. Más allá del condenable exterminio al que viene siendo sometida la pequeña nación de Ucrania por la gigante Rusia, ha trascendido que al presidente ruso Vladimir Putin lo tiene contra las cuerdas un cáncer terminal, pero eso no es lo último trascendente.
Al hombre fuerte de Rusia le atribuyen ser amante de Alina Kabaeva, medallista olímpica en gimnasia rítmica, casi de la misma edad juvenil de las dos hijas que tuvo con Lyudmila Ocheretnaya, de la que se habría separado después de 25 años de casamiento.
Calvos, amparados por la ley. En el Reino Unido, concretamente en la región West Yorkshire, según cuenta el registro de prensa de The Guardian, que el electricista de la empresa British Bung Company, Tony Finn, después de 24 años, fue despedido debido a una pelea que tuvo con su supervisor Jamie King, un joven de 30 años y quien con frecuencia lo ofendía dada su calvicie.
El caso pasó a manos del juez Jonathan Brain, integrante del tribunal quien determinó que King se pasó de la raya con su subalterno. En resumen, los magistrados del Tribunal fallaron en que el insulto era una forma de acoso sexual y esto ya es un delito.
Es bueno recordar el controvertido caso de la cachetada que el actor Will Smith le propinó al humorista y uno de los maestros de ceremonia de los premios Óscar, Chris Rock, luego de haberse burlado de la calvicie de Jada Pinkett, quizás sin saber que la mujer padece de alopecia.
Abuelos demasiado exigentes. Argumentando que el hecho de no haberlos convertidos en abuelos se ha traducido en un “sufrimiento mental”, la pareja de esposos Sanjeev y Sadhana Prasad, demandaron a su único hijo Shrey Sagar, de 35 años, y a su esposa Shubhangi Sinha, porque aún no han tenido descendencia a pese a haberse casado en el 2016, según el diario ‘The Times of India’.
Aseguran, a través de un abogado, en un tribunal en Uttarakhand, al norte de India, que buena parte de sus ahorros se los han invertido en la crianza de Shrey, que incluye el pago de estudios en Estados Unidos para ser piloto de aviación, vacaciones y hasta la luna de miel, entre otros, y abrigaban la esperanza de que les ‘regalara’ un nieto, pero no ha sido así, porque les exigen a jueces en India que obligue al muchacho a compensarlos con 650 mil dólares.
Lo que hace el amor. Durante 21, de sus 72 años, el tailandés Charn Janwatchakal durmió con su esposa. Así todo es normal, pero no cuando la mujer llevaba ese tiempo fallecida, y el hombre no quería desprenderse de ella, simplemente, porque la amaba.
Janwatchakal embalsamó el cuerpo de su esposa, pese a los reparos de sus dos hijos que la postre lo abandonaron. El caso ocurrido en Bangkok, publicado por el ‘The Straits Times’, sale a flote porque el hombre se enfermó y le contó a personal de la Fundación Phet Kasem de Bangkok, que lo asistió y alimentó durante dos meses, que lo ayudarán a cremar a su esposa para sepultarla de manera digna, porque a él las fuerzas ya no le alcanzaban.
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