El 1° de diciembre de 1988 se conmemoró, por primera vez, el Día Internacional de la Lucha contra el VIH/ Sida. Hasta hoy, esta enfermedad ha sido la responsable de más de 35,3 millones de infecciones, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, OMS, y de más de 25 millones de muertes en el mundo, lo que la hace una de las epidemias más destructivas de la historia.
En los años 80, del siglo pasado, se conocieron casos de neumonía y ‘Sarcoma de Kaposi’, una variante de cáncer de piel, los cuáles son síntomas que se presentan en una etapa avanzada del virus, el VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana).
La enfermedad, hasta ese momento, se conoció como ‘La Peste Rosa’, por las manchas rosas que aparecían en la piel. En 1984, oficialmente, la enfermedad se consideró una epidemia.
En lo que respecta a casos, en lo que va del 2022, solo en Barranquilla, han sido diagnosticados 500 nuevos de VIH, de acuerdo con Andrés Mauricio Oyola, gerente de Proyectos de Cooperación Internacional Enterritorio.
Y la realidad es que aún hay mucha desinformación y tabúes, por lo que investigué algunos datos que le serán de mucha ayuda para combatir con el estigma que existe alrededor de esta enfermedad.
El doctor Leslie Marcial Soto Arquiñigo, médico infectólogo e internista, creó una breve guía sobre algunos mitos sobre el VIH:
¿El VIH y el Sida son lo mismo?
El VIH es el Virus de Inmunodeficiencia Humana y el Sida es el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, no son lo mismo. Aunque el VIH y el Sida están relacionados, el VIH es el virus que afecta al sistema inmunológico, en especial a los linfocitos T, lo que provoca una baja de las defensas de manera progresiva. Mientras que el Sida es un estado de la infección en donde aparecen un conjunto de enfermedades que afectan a las personas con VIH, gravemente, hasta provocar la muerte.
¿El VIH es una enfermedad exclusiva de la comunidad LGBTIQ+?
Contraer el VIH no está relacionado con la orientación sexual de las personas o la identidad de género. El virus se transmite entre las personas que no usan protección al momento de tener relaciones sexuales. Además, existen otras vías de transmisión distintas al sexo como transfusiones sanguíneas, embarazo, el uso compartido de agujas o jeringas, etc.
¿Los pacientes de VIH pueden delatarse por su apariencia?
Otro estigma hacia las personas que padecen de VIH es que tienen una apariencia especial que los va a delatar. Afortunadamente, las investigaciones científicas han avanzado y un paciente con infección por el VIH no muestra signos visibles de la enfermedad. Por lo tanto, no es posible saber que es portador de VIH con solo mirarlo.
¿El VIH se transmite por cualquier contacto físico?
En un comienzo se creía que el VIH se podía contagiar con roces, abrazos, besos e incluso al compartir cubiertos con pacientes con el virus y, aunque es totalmente falso, este mito persiste hasta hoy. El virus solo puede transmitirse a través de fluidos corporales donde tiene alta concentración, como sangre, semen, fluidos vaginales y leche materna.
¿El sexo oral evita la transmisión de VIH?
Este mito, además de ser irresponsable, es bastante peligroso. Es mortal el simple hecho de creer, equivocadamente, que la práctica del sexo oral con un paciente de VIH, a diferencia de otras prácticas sexuales, evita la transmisión del virus.
En el sexo oral también hay intercambio de fluidos corporales como semen y flujo vaginal, que llevan una carga importante del virus y que llega, directamente, a la sangre a través de heridas abiertas en las zonas de contacto.
¿Un paciente con VIH está sentenciado a muerte?
Cuando el VIH apareció, se pensaba que los pacientes solo tendrían unos meses de vida. Los avances científicos han permitido que pacientes con VIH puedan llevar una vida normal, con una expectativa de vida muy parecida a la de una persona que no haya contraído el virus. Gracias a los tratamientos, el virus tiene una etapa de inactividad, en la que el portador no puede transmitirlo.
¿La trasmisión del VIH de madre a hijo es inevitable?
La transmisión sí se puede prevenir si se actúa a tiempo. En la actualidad, se han desarrollado tratamientos antirretrovirales que, ajustados a tiempo en el embarazo y en la lactancia, garantizan que el bebé nazca y permanezca sano, aunque su mamá sea portadora del virus.
Dirigentes de todo el mundo han asumido el compromiso de acabar con esta epidemia en el año 2030 y, hasta que llegue ese feliz momento, es importante saber cuál es la realidad de la enfermedad, cómo debemos protegernos y prevenir su contagio y, en lo posible, ser más empáticos con aquellas personas que portan el virus.
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