A medida que maduramos, algunos toman más consciencia de cambiar su estilo de vida e incluso de hacer cambios significativos para mejorar su alimentación y tomarse la vida con ‘su avena y su pitillo’ para así prevenir enfermedades como el cáncer y el Alzheimer. No sólo se quiere cambiar para ser jóvenes eternamente, sino para ser unos “viejos saludables”.
Es así como el escritor y explorador Dan Buettner investigó durante más de una década varios lugares para lograr identificar los puntos centrales de la longevidad en todo el mundo.
Gracias al apoyo de la National Geographic Society, el inquieto Buettner encontró zonas en las que se concentran personas con más de 100 años e incluso con grupos de individuos que han envejecido sin problemas de salud como enfermedades cardiacas, obesidad, cáncer o diabetes.
De acuerdo con la investigación de Dan Buettner, se denominaron estos lugares como ‘zonas azules’ y estas son: Ikaria (Grecia), Cerdeña (Italia), Nicoya (Costa Rica), Loma Linda (EE. UU) y Okinawa (Japón).
Pero la pregunta sería, ¿qué pasa en estos lugares para que la gente sea tan longeva?
Ikaria (Grecia): Esta isla del Mar Egeo, ubicada a 8 millas de la Costa de Turquía, tiene una de las tasas más bajas del mundo de mortalidad y demencia en la mediana edad.
Las investigaciones señalan que una de las razones de la longevidad está relacionada con su tradicional dieta mediterránea, rica en verduras y grasas saludables y menos productos lácteos y cárnicos.
Cerdeña (Italia): Las tierras altas y montañosas de esta isla italiana cuentan con la mayor concentración de hombres centenarios del mundo.
Su dieta es baja en proteínas, carbohidratos buenos, pan de harina madre, espaguetis y minestrone, lo cual ha permitido significativamente que la población presente los más bajos índices de diabetes, cáncer y muerte en menores de 65 años.
Nicoya (Costa Rica): En esta región de Centroamérica, los habitantes tienen la tasa de mortalidad de mediana edad más baja del mundo y la segunda concentración más alta de hombres centenarios.
El secreto de su larga vida radica en gran parte a una sólida comunidad religiosa, profundas redes sociales y hábitos saludables tanto en su alimentación diaria como una actividad física regular de baja intensidad.
Loma Linda (EE. UU): Esta comunidad de Estados Unidos tiene la mayor concentración de adventistas del Séptimo Día y algunos de sus residentes viven 10 años más sanos que el estadounidense promedio al seguir una dieta bíblica que se basa en cereales, frutas, verduras y frutos secos.
Además de su religiosidad, también se caracterizan por servir a la comunidad y tener grupos de amigos con los que practican deportes y otras actividades sociales.
Okinawa (Japón): Esta isla de Japón tiene a las mujeres más longevas del planeta. Su alimentación está basada en el boniato okinawense, la soja, la artemisa, la cúrcuma y la gova (melón amargo). Se mantienen activos “trabajando” en sus huertas o jardines y mantienen una red de amigos que los respalda.
El investigador encontró que estas ‘zonas azules’ tienen características que definen un estilo de vida saludable pero no tan exigente que les permite superar la edad a la cual muchos quisiéramos llegar. Entre los puntos más comunes de estas zonas tenemos:
- Las personas se mueven de manera natural, es decir, caminan. No usan carros.
- Tienen un propósito de vida, llámenlo plan de vida; una motivación para levantarse todos los días.
- Manejan el estrés, no quiere decir que no lo sientan, pero han aprendido a controlar las situaciones con calma y sabiduría.
- No comen en exceso, sino que terminan de comer cuando se sienten al 80 por ciento de lo que pueden ingerir.
- Sus dietas están basadas en vegetales que, usualmente, ellos mismos cultivan.
- El consumo de alcohol es moderado.
- Sus círculos sociales se apoyan mutuamente y realizan actividades deportivas, religiosas y trabajo comunitario y altruista.
- La vida familiar es primordial.
La buena noticia para nosotros es que, aunque nuestro país no está en una zona azul, la expectativa de vida ha aumentado en los últimos tres años.
De acuerdo con un estudio realizado por la OCDE, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, Colombia está entre los países en los que aumentó la esperanza de vida en comparación con el 2000 y el 2023, ya que pasó de los 71 años a los 77 años.
La OCDE enfatiza que ha sido gracias a un mayor acceso al agua potable, sistemas de salud y atención médica. El principal objetivo de la organización es promover políticas que favorezcan la prosperidad, la igualdad, las oportunidades y el bienestar para todas las personas.
A partir de su investigación, Buettner concluye que está comprobado que en estas zonas las enfermedades crónicas son escasas. El aventurero pone de manifiesto que: “Alrededor del 80 por ciento de nuestra longevidad está determinada por las enfermedades, con lo que el estilo de vida y el entorno son claves para asegurar el 20 por ciento que queda”.
Sin embargo, vivimos en sociedades en donde el estrés reina, los malos hábitos alimenticios, el sedentarismo, la soledad autoimpuesta, el consumo excesivo de alcohol y drogas son apenas algunos factores que auguran una muerte temprana.
El secreto de estas zonas azules es sencillo, no hay secreto. Son lugares donde las personas se trasladan caminando más que en carro, comen más plantas que carne en una dieta que incluye frijoles, maíz y ahuyama, y en especial, la familia es su razón de ser; es el número uno de su lista de prioridades.
Su estilo de vida no requiere de un gran esfuerzo o un cambio radical que nos permita llegar a ser unos viejos sanos y #sinrecato, todo está en la moderación.
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