¿Cuántas veces hemos escuchado hablar de la “seguridad alimentaria”?… Esto, en concreto, se refiere a garantizar el suministro de alimentos a partir de su producción; pero de la “seguridad alimenticia”, esa que garantiza la salud en todos los sentidos, ¿qué?
Una lectura rápida a un informe de la Organización Mundial de la Salud, OMS, permite enterarse la importancia de la producción de alimentos de manera adecuada como base para “mantener la vida y promover la buena salud”.
Sostienen los expertos del organismo, que los alimentos nocivos que contienen bacterias, virus, parásitos o sustancias químicas nocivas pueden causar más de 200 enfermedades diferentes, desde diarrea hasta cáncer.
“Se estima que en todo el mundo 600 millones de personas (casi 1 de cada 10 personas) enferman cada año después de ingerir alimentos contaminados, lo que provoca 420.000 muertes y la pérdida de 33 millones de años de vida saludable”.
También aseguran que “la inocuidad de los alimentos, la nutrición y la seguridad alimentaria están, estrechamente, vinculadas. Los alimentos insalubres crean un círculo vicioso de enfermedades y desnutrición, que afecta especialmente a los bebés, los niños pequeños, los ancianos y los enfermos. Además de contribuir a la seguridad alimentaria y nutricional, un suministro seguro de alimentos también respalda las economías, el comercio y el turismo nacionales, estimulando el desarrollo sostenible”.
Con base en lo anterior, la OMS tiene como objetivo mejorar la capacidad para prevenir, detectar y responder a las amenazas a la salud pública asociadas con los alimentos inseguros a nivel mundial y nacional.
“La carga de las enfermedades transmitidas por los alimentos para la salud pública y las economías, a menudo, se ha subestimado debido a la falta de notificación y a la dificultad para establecer relaciones causales entre la contaminación de los alimentos y las enfermedades o muertes resultantes. Los niños menores de 5 años soportan el 40% de la carga de enfermedades transmitidas por los alimentos, con 125.000 muertes cada año.
El consumo y la producción de alimentos seguros tienen beneficios inmediatos y a largo plazo para las personas, el planeta y la economía, agregan los expertos de la OMS.
Citan que un informe del Banco Mundial de 2019 sobre la carga económica de las enfermedades transmitidas por los alimentos indicó que “cada año se pierden 110 mil millones de dólares en productividad y gastos médicos como resultado de alimentos inseguros en los países de ingresos bajos y medianos”.
De allí que el organismo insista en la transformación de los sistemas alimentarios para que los alimentos sean seguros, saludables y producidos de forma sostenible para toda la población mundial.
“La OMS proporciona asesoramiento científico e investigación para ayudar a desarrollar normas internacionales para la inocuidad de los alimentos a través del Codex Alimentarius de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO)/OMS. Proporciona liderazgo mundial para facilitar la inversión y la acción coordinada basada en evidencia en múltiples sectores. Esto ayuda a los Estados miembros a crear sistemas nacionales de control de alimentos sólidos, sostenibles y resilientes con un equilibrio de responsabilidades entre las diferentes partes interesadas, incluidos los consumidores”, manifiesta.
Parte de cinco recomendaciones básica, desarrolladas para educar a todos los consumidores y manipuladores de alimentos sobre conductas seguras de manipulación de alimentos.
- Mantenlo limpio.
- Separe crudo y cocido.
- Cocine bien.
- Mantenga los alimentos a temperaturas seguras.
- Utilice agua y materias primas seguras.
Es fácil concluir, entonces, que la OMS advierte y orienta, no ejecuta, por lo tanto aquí cabe que la responsabilidad es de todos, Estados y comunidades.
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