En la columna pasada, hablamos del sexo oral para ellos, así que hoy el turno es para ellas. Hasta hoy, la sexualidad femenina aún es considerada un universo paralelo e inexplicable, a veces complejo y, muchas veces, incomprensible.
Lo anterior se debe a que cada mujer es diferente, hormonal, cíclica y con más fases que la luna; ese es nuestro encanto y desencanto a la vez. Lo cierto es que algunos hombres se han atrevido y han sido valientes al romper con los tabúes y mitos alrededor de la sexualidad femenina, y simplemente logran que ellas disfruten.

El sexo oral femenino, también conocido como cunnilingus, es la estimulación con la boca o lengua de los genitales femeninos, que incluyen la vulva, la vagina, el clítoris y el pubis.
Cabe recordar que el sexo oral no funciona igual en hombres y mujeres, nosotras necesitamos un preámbulo más largo que ellos. Lo que sí es cierto es que entre mayor sea la conexión y la química, más placentero será para ambos el camino al placer.
Así que no hay un manual de instrucciones; la clave es no apresurarse, mantener la comunicación para saber qué quiere ella y satisfacerla. No es un secreto que muchas mujeres no logran orgasmos solo con la penetración, así que esta es la oportunidad mágica para complacerla al máximo.
Pero antes de entrar en materia, hablaremos de un poco de historia. Wu Zetian, emperatriz de China desde 690 hasta 705 d.C., aprovechando su privilegiada posición, creó un decreto que decía que: “Todos los dignatarios visitantes deberán rendirle sus respetos realizándole un cunnilingus”.
El taoísmo chino (filosofía) veneraba al cunnilingus, debido a que su objetivo es alcanzar la inmortalidad, o al menos la longevidad. Por otro lado, explica que la pérdida de semen, secreciones vaginales y otros líquidos corporales, como se creía, causan una pérdida considerable de vitalidad.
Sin embargo, por la retención de semen o por la ingesta de secreciones vaginales, un hombre o una mujer pueden conservar y hasta aumentar su aliento original vital.
De acuerdo con el taoísmo, la gran medicina de la montaña de tres picos se encuentra en el cuerpo de la mujer y se compone de tres esencias: una en la boca, otra en sus pechos y, la tercera, en la ‘gruta del tigre blanco’. Solo que el ideal taoísta no se limita al enriquecimiento del hombre por las secreciones femeninas, ya que la mujer también se beneficia de su comunión con el hombre.
Es por eso que hoy les hablaremos de algunas recomendaciones para darles a ellas un sexo oral seguro y placentero:
Prevención: una higiene adecuada y el uso de lubricantes son aspectos importantes para evitar molestias y posibles infecciones. Es fundamental el autocuidado y la prevención de ETS e ITS para mantener una práctica sexual segura y responsable para el bienestar de todos los involucrados.
Preámbulo: el estímulo de empezar en otras zonas erógenas. Recuerden que todo el cuerpo es potencialmente una zona erógena. Así que empiecen con una buena sesión de besos, bajen al cuello, las orejas, los senos y sigan la ruta al sur.
Placer personalizado: si conoces a tu pareja, ya sabes qué le gusta y cómo le gusta que la toques, así que utiliza toda esa información a tu favor. Usa tus manos y masajea los labios, la vulva y el clítoris suavemente, y usa un poco de lubricante para que el estímulo sea sedoso y no en seco.
Movimientos circulares: ella misma te indicará si quiere que los movimientos sean lentos o rápidos. Usa tu lengua en círculos y no cambies el ritmo abruptamente. Escúchala, ella sabe lo que quiere y te lo hará saber.

Alternar: además de la boca, también puedes usar tus dedos para estimular la vulva, labios y el clítoris, que a este nivel debe estar bastante sensible y a punto de llegar al clímax.
Máximo placer: si quieres duplicar la estimulación, deja que tu lengua se encargue del clítoris y que tus dedos estén dentro de ella. Mientras tanto, usa tu otra mano y acaricia sus pezones o sus muslos y diviértete.
Relájate y disfruta: este último paso es el más importante; disfruta de su placer y satisfacción al brindarle sexo oral.
Anatómicamente, las mujeres somos privilegiadas por tener un órgano diseñado exclusivamente para el placer; el clítoris, nuestro as bajo la falda.
Es por eso que, al ser tan sensible, no hay que hacer mal uso de él, no podemos olvidar lo principal, y es que no hay nada más sexy que estudiar la materia y ponerlo en práctica. Este es la llave al placer femenino #sinrecato, úsala con sabiduría.
