Coherente con la situación que vive comunidad mundial por los efectos del coronavirus, en la que el aislamiento social es clave dentro de la lucha que recomiendan las autoridades de salud, el Colegio Colombiano de Psicólogos aporta su grano de arena, mediante el material que elaboraron la psicóloga Carolina Torres, y el psiquiatra Camilo Agudelo.
Ya #sinrecato publicó una primera parte bajo el título ‘Expertos enseñan a convivir en aislamiento’, he aquí la continuación con la segunda y última parte, teniendo en cuenta la trascendencia temática:
Diseñe una rutina flexible que le permita equilibrar actividades académicas, laborales y de ocio.
No permanezca en cama durante el día. Privilegie el sueño nocturno.
Conserve patrones de sueño saludables entre 6 y 8 horas al día, teniendo en cuenta medidas de higiene de sueño: no tomar bebidas oscuras después de la mitad de la tarde, tomar una ducha de agua tibia de 2 a 3 minutos; evitar la luz blanca al momento de dormir (celulares, televisor, tablet), leer con luz cálida (amarilla).
Identifique los pensamientos y creencias que generan malestar. Es posible que sistemáticamente aparezcan pensamientos recurrentes sobre la situación de riesgo actual, déjalos estar. No luche contra ellos, intente una actividad de distracción para cambiar el foco de atención.
Mantener un pensamiento adaptativo es una posibilidad. Es decir, no dedique todo el tiempo a pensar, discutir, leer o escuchar temas relacionados con el virus, ambiente sus conversaciones con otros temas que generen tranquilidad.
Controle el acceso a las noticias. Evite la búsqueda excesiva de información o lectura de noticias que no provengan de fuentes confiables. Hable también de cosas alternas, enriquezca la comunicación con su entorno con temas amables, de buenas noticias, de sentimientos agradables, con conversaciones de agradecimiento y reconocimiento.
Identifique previamente estrategias que puedan ayudar en momentos de crisis emocional: actividades agradables, contacto con red de apoyo o búsqueda de acompañamiento profesional. Diseñe un plan de intervención para ocuparse de las emociones que puedan agobiarle, incluya actividades de recreación, distracción, de ayuda a otros. Dedique tiempo a leer o leerle a otros, a escribir, dibujar, pintar. Vea documentales, discuta una película en familia, realice manualidades, reorganice su armario, cuide sus plantas, juegue con la mascota.
Siga las medidas de prevención sugeridas por el Ministerio de Salud y el Gobierno: lavado de manos, limpieza de superficies y distanciamiento social. Procure que lo anterior sea de forma equilibrada y no de forma excesiva.
Cuide a quienes están alrededor. El autocuidado es necesario al igual que estar atentos a los cambios de salud física y emocional de los tuyos. Cambios en el comportamiento, expresiones emocionales persistentes, cambios en el estado de ánimo, sumado a los síntomas físicos, son claves para indicar que es necesario intervenir. Tranquilice a sus seres queridos y active las rutas de atención de cada ciudad para la atención oportuna.
Hable de la situación a los niños, niñas y adolescentes. Si en casa tenemos menores, debe hablarse de forma clara sobre la situación actual. No minimice ni aumente el riesgo real. No haga hincapié en los hechos catastróficos, centralice su conversación en el autocuidado y en la responsabilidad compartida para afrontar la crisis.
Expertos enseñan a convivir en aislamiento
Evite conductas de estigmatización. A veces las emociones pueden ser poderosas e invitar a ejecutar acciones de rechazo a otros. No es buena idea. En cambio, procure una relación empática con los demás, situaciones como esta nos recuerda que somos iguales y que compartimos similares vulnerabilidades.
ONU advierte aumento de crisis en la convivencia - Sin Recato
•5 años ago
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