La mamá siempre será esa mujer abnegada que cuida y protege a sus hijos y que haría cualquier cosa por ellos, sin importar que sacrifique en algunas ocasiones su propio bienestar. Es un amor tan grande y a veces indescriptible que es capaz de soportarlo todo y hacerlo todo con tal de que sus hijos sean felices.
Sin embargo, en ocasiones, ese amor se desdibuja y cambia, es más bien extraño, radical, excesivo y terminan mal como en el caso de Gypsy y su mamá Dee Dee que sirvió como argumento para la miniserie de ‘The Act’.
El caso ocurrió en una ciudad de Estados Unidos. Desde que nació Gypsy, su madre la hizo pasar todo el tiempo como enferma. Según ella: padecía discapacidad, intelectual, leucemia, problemas en el corazón y distrofia muscular, reduciéndola a vivir postrada en una silla de ruedas.
Dee Dee solicitaba dinero a fundaciones y hablaba de la terrible enfermedad que su hija padecía, logrando la compasión de todos y así poder comprar comida, ropa e incluso viajar.
En realidad, esta madre padecía el síndrome de Munchausen, una enfermedad mental y una forma de maltrato infantil conocido también como trastorno facticio que se caracteriza por un comportamiento de búsqueda de atención de un cuidador, con frecuencia la madre, que inventa síntomas o provoca síntomas reales para que parezca que el niño está enfermo.
Gypsy era llevada constantemente al médico para chequeos de las enfermedades que no padecía, la obligaba a hacerse complicadas cirugías y siempre la dopaba cuando iba al doctor.
En el 2001, le hicieron pruebas para comprobar su diagnóstico de distrofia muscular y ni el cerebro ni en la columna vertebral había evidencia de algún problema. A pesar de ello, los médicos prefirieron no investigar y la siguieron tratando de problemas de visión, audición, sueño y hasta salivación, extrayéndole las glándulas salivales y los dientes.
La historia tomó un giro cuando, en el Departamento de Policía de Springfield, recibieron una llamada anónima que les decía que había inconsistencias en la fecha de nacimiento de Gypsy.
Cuando la Policía notificó a la mujer, explicó que las fechas de nacimiento eran falsas y que estaba escondiéndose de su exesposo que era violento. Sin embargo, Rod Blanchard, el papá de Gypsy siempre le daba mensualmente la cuota de manutención para su hija.
La Policía aceptó las explicaciones de Dee Dee, no hubo investigación y en el informe dijeron que Gypsy padecía una discapacidad mental.
La joven descubre que no tenía 14 años sino 19 y es cuando intenta escapar de su casa y de esa tortura en la que vivía, pero falló en su intento y lo que hizo fue que su mamá la encadenara a la cama. En una ocasión, le rompió su celular y el computador para que no tuviera contacto con nadie.
Pero Gypsy, aprovechaba que su mamá dormía para usar su computadora y así fue como conoció a Nicholas Godejohn, un joven de 24 años con autismo y empiezan a tener una relación online en la que se intercambiaban fotos fetichistas, peticiones sadomasoquistas y sexting cosplayer.
El 14 de junio de 2015, Dee Dee fue encontrada muerta en su casa después que Godejohn publicara un mensaje en su cuenta personal de Facebook: “Esa zorra está muerta”. Nicholas confesó el asesinato y Gypsy también admitió que le había pedido a su novio que matara a su mamá. El muchacho la apuñaló 17 veces.
Nicholas Godejohn fue acusado de asesinato en primer grado y fue condenado a cadena perpetua. Gypsy fue condenada a 10 años de prisión por asesinato en segundo grado. La tortura que vivió durante años no la eximió de su culpa.
Esta historia conmocionó a Estados Unidos y HBO hizo un documental titulado ‘Mommy Dead and Dearest’.
Un hombre de quien no se conoce su identidad, le escribió una carta a Gypsy luego de transmitirse el programa y así empezó una amistad que ahora es una relación amorosa que ya lleva un año.
Un amigo de la familia informó que Gypsy se había comprometido y la pareja quiere esperar hasta que ella cumpla su condena en 2024 y poder casarse.
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