La primera semana del presente agosto, en Lisboa, Portugal, el máximo jerarca de la Iglesia Católica, el papa Francisco, estuvo compartiendo con jóvenes del mundo, participantes en la Jornada Mundial de la Juventud, abordando temática relacionada con el futuro de las nuevas generaciones globales.
De esa jornada, multiplicada en el resto del universo hasta finales de mes, aprovechando además que, el pasado 12 de agosto se celebró el Día Internacional de la Juventud, establecido por la ONU en 1999, surgieron reflexiones del Papa.
A continuación les comparto 16 manifestaciones del prelado, considerando que sirven de insumos al debate sobre las andanzas cotidianas de los jóvenes del Siglo XXI puesto que, en ocasiones, dejan entrever que no tienen aún norte definido.
1.- Todos nos sentimos “peregrinos”. Es una hermosa palabra, cuyo significado merece ser reflexionado. Literalmente significa dejar de lado la rutina cotidiana y ponernos en camino con un propósito, moviéndonos “a través de los campos” o “más allá de los confines”, es decir, fuera de la propia zona de confort, hacia un horizonte de sentido.
2.- Desconfiemos de las fórmulas prefabricadas, de las respuestas que parecen estar al alcance de la mano, sacadas de la manga como cartas de juego trucadas; desconfiemos de esas propuestas que parece que lo dan todo sin pedir nada.
3.- Una de las parábolas de Jesús dice que el que encuentra la perla de gran valor es aquel que la busca con inteligencia y espíritu de iniciativa, y lo da todo, arriesga todo lo que tiene para obtenerla. Buscar y arriesgar: estos son los verbos de los peregrinos.
4.- No debemos tener miedo de sentirnos inquietos, de pensar que lo que hemos hecho no basta. Estar insatisfechos, en este sentido y en su justa medida, es un buen antídoto contra la presunción de autosuficiencia y el narcisismo.
5.- Preocupémonos más bien cuando estamos dispuestos a sustituir el camino a recorrer por el de detenernos en cualquier oasis, aunque esa comodidad, sea un espejismo; cuando sustituimos los rostros por las pantallas, lo real por lo virtual; cuando, en lugar de las preguntas que desgarran, preferimos las respuestas fáciles que anestesian.
6.- Amigos, permítanme decirles: busquen y arriesguen. En este momento histórico, los desafíos son enormes y los quejidos dolorosos, pero abrazamos el riesgo de pensar que no estamos en una agonía, sino en un parto; no en el final, sino al comienzo de un gran espectáculo. Sean, por tanto, protagonistas de una “nueva coreografía” que coloque en el centro a la persona humana, sean coreógrafos de la danza de la vida.
7.- La autopreservación es una tentación, un reflejo condicionado del miedo, que hace mirar la existencia de un modo distorsionado. Si las semillas se preservaran a sí mismas, desperdiciarían completamente su potencia generadora y nos condenarían al hambre; si los inviernos se preservaran a sí mismos, no existiría la maravilla de la primavera. Tengan, por tanto, la valentía de sustituir los miedos por los sueños; ¡no sean administradores de miedos, sino emprendedores de sueños!
8.- Sería un desperdicio pensar en una universidad comprometida en formar a las nuevas generaciones sólo para perpetuar el actual sistema elitista y desigual del mundo, en el que la instrucción superior es un privilegio para unos pocos. Si el conocimiento no es acogido como responsabilidad, se vuelve estéril. Si el que ha recibido una instrucción superior, que hoy, en Portugal y en el mundo, sigue siendo un privilegio, no se esfuerza por restituir algo de aquello con lo que ha sido beneficiado, en el fondo no ha comprendido lo que se le ha ofrecido.
9.- En el Génesis, las primeras preguntas que Dios hace al hombre son: “¿Dónde estás?” y “¿Dónde está tu hermano?”. Preguntémonos: ¿Dónde estoy? ¿Estoy encerrado en mi burbuja o corro el riesgo de salir de mis seguridades para ser un cristiano practicante, un artesano de la justicia y de la belleza? Y también: ¿dónde está mi hermano?
10.- Escuchándolos, he pensado en una frase que tal vez les es familiar, del escritor José de Almada Negreiros: “Soñé con un país donde todos llegaban a maestros”. También este anciano que les habla sueña que vuestra generación sea una generación de maestros: maestros en humanidad, maestros en compasión, maestros en nuevas oportunidades para el planeta y sus habitantes, maestros de esperanza.
11.- Como algunos de ustedes han evidenciado, debemos reconocer la urgencia dramática de hacernos cargo de la casa común. Sin embargo, esto no se puede hacer sin una conversión del corazón y un cambio en la visión antropológica que está en la base de la economía y de la política. No nos podemos conformar con simples medidas paliativas o con compromisos tímidos y ambiguos.
12.- Se trata más bien de hacerse cargo de lo que, lamentablemente, sigue siendo postergado: La necesidad de redefinir lo que llamamos progreso y evolución. Porque, en nombre del progreso, se ha abierto el camino a una gran regresión. Ustedes son la generación que puede vencer este desafío, tienen los instrumentos científicos y tecnológicos más avanzados, pero, por favor, no caigan en la trampa de visiones parciales.
13.- No olviden que necesitamos de una ecología integral; necesitamos escuchar el sufrimiento del planeta junto al de los pobres; necesitamos poner el drama de la desertificación en paralelo al de los refugiados, el tema delas migraciones junto al del descenso de la natalidad; necesitamos ocuparnos de la dimensión material de la vida dentro de una dimensión espiritual. No crear polarizaciones sino visiones de conjunto.
14.- Quisiera decirles que hagan creíble la fe a través de sus decisiones. Porque si la fe no genera estilos de vida convincentes, no hace fermentar la masa del mundo. No basta con que un cristiano esté convencido, debe ser convincente. Nuestras acciones están llamadas a reflejar la belleza, a la vez alegre y radical, del Evangelio. Además, el cristianismo no puede plantearse como una fortaleza rodeada de muros, que alza sus bastiones frente al mundo.
15.- La iniciativa del Pacto Educativo Global, y los siete principios que establecen su arquitectura, incluyen muchos de estos temas, desde el cuidado de la casa común hasta la plena participación de las mujeres, para llegar a la necesidad de encontrar nuevos modos de entender la economía, la política, el desarrollo y el progreso. Los invito a estudiar el Pacto Educativo Global y a apasionarse por él. Uno de los puntos que trata es el de la educación en la acogida y la inclusión.
16.- Sé que vuestro itinerario comprende distintos ámbitos: El estudio, la amistad, el servicio social, la responsabilidad civil y política, el cuidado de la casa común y las expresiones artísticas. Ser una universidad católica quiere decir sobre todo esto: Que cada elemento está en relación con el todo y que el todo se encuentra en las partes. De ese modo, mientras se adquieren las competencias científicas, se madura como personas, en el conocimiento de sí mismos y en el discernimiento del propio camino.
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