Por: Tatiana Brugés Obregón
En este especial del amor #sinrecato les hablaré de unos amores, aparentemente, inocentes e idílicos que en ocasiones pasan inadvertidos, pero que si no se reconocen como tal pueden salirse de control y traer graves consecuencias. Se trata de los complejos, el de Edipo y el de Electra.
La psicóloga Bertha Upegui explica al respecto: “Es un tema que al parecer muchos padres y madres pasan desapercibido, pero que si existe y en algunos ocasiones se sale de control. Como es un tema delicado hay que tener una visión abierta y analítica para entenderlo”.
El término de Edipo viene de la mitología griega. Este personaje era hijo de Layo y Yocasta, reyes de Tebas. La historia se convierte en tragedia cuando ciego de amor por su madre, Edipo mata a su padre para casarse con su madre Yocasta.
La doctora Upegui ilustra que el psicólogo Sigmund Freud utiliza esta historia para explicar una de las teorías del desarrollo psicosexual del niño, entre los 3 y 7 años, que llega a idealizar a su madre, aflorando un amor acaparador hacia ella y entra a rivalizar con cualquier hombre que le quite su atención o cariño, incluyendo a su padre que se convierte en objeto de odio y resentimiento.
Cuando no es bien manejado, el complejo de Edipo puede generar graves consecuencias. No relaciona sexo y amor. La ternura le es ajena al sexo y tiende a la promiscuidad.
De otra parte, el complejo de Electra, de acuerdo con el psicólogo Gustav Karl Jung, discípulo de Freud, en 1912 le da la réplica, que sería su equivalente cuando la niña siente amor por el padre y rabia hacia la madre.
Electra era la hija del rey de Micenas Agamenón y de la reina Clitemnestra. Según cuenta la leyenda, la madre de Electra y su amante mataron al rey Agamenón una vez que vuelve de la guerra de Troya. Electra convence a su hermano Orestes de matar a su madre y a su amante para vengar la muerte de su padre.
La psicóloga Bertha Upegui explica que cuando este complejo no es resuelto puede ocasionar en la mujer incapacidad de enamorarse y tener relaciones sexuales o íntimas con otra persona. Es probable que esta mujer busque siempre un hombre que se ajuste a la personalidad de su padre. Cuando estos rasgos no se ajustan a sus necesidades afectivas y emocionales, entra en conflicto y sigue en la búsqueda de ese hombre idealizado.
Como padres, ustedes son los responsables al cien por ciento del bienestar de los hijos, y si detectan estos comportamientos, lo más conveniente es acudir a un profesional que los oriente para apoyar al niño o niña en esta etapa.
El padre o madre que se encuentra en la situación contraria no debe sentir celos, es una fase normal que con paciencia será superada. Los padres deben seguir actuando con total normalidad. Esto quiere decir que por ningún motivo deben molestarse porque el niño o niña demuestre rechazo o fastidio.
No es conveniente que la figura que idealice, ya sea papá o mamá, siempre se muestre como el bueno. Los padres deben mostrar que están unidos al momento de impartir reglas o de corregir.
Recuerden padres que ustedes son los adultos y sus hijos deben sentir su total respaldo!
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