Poco a poco hemos ido perdiendo la capacidad de asombro y de reacción social. Cada vez nos importa menos al futuro de nuestras generaciones y dejamos que ellas sean “libres”, por aquello de la personalidad y una cantidad de argumentaciones insustanciales. ¡Qué vaina, no!
Es mi punto de vista resumido de un extenso artículo de redactores investigadores de la prestigiosa revista Forbes que aborda la más reciente ‘innovación’ de la plataforma TikTok a la que le suman el término ‘Live’ (‘en vivo’, en español), es decir TikTok Live, que promueve “un club de striptease lleno de jóvenes de 15 años”, que no dista mucho de la denominada ‘pornografía infantil’ y de ese afán de hacer fortuna a como dé lugar.
Estoy seguro, con base en los detalles que se entregan de que no se trata de una inocentada del pasado 28 de diciembre, fecha en que apareció la publicación, porque un medio como el señalado poca bolas le para a ese tipo de divulgaciones tipo broma, o de mamarle gallo, a sus lectores haciéndoles creer ‘verdades inventadas’.
Forbes denuncia que espectadores de la red social están invitando a menores a actos al “equivalente digital de ir por la calle a un club de striptease lleno de jóvenes de 15 años” y por ello reciben premios en dinero o descuentos a través de tres cuentas: Venmo, PayPal o Cash App.
Dentro de los analistas consultados sobre este fenómeno está Leah Plunkett, decana adjunta de la Facultad de Derecho de Harvard y profesora asociada del Centro Berkman Klein para Internet y Sociedad de Harvard, experta en analizar el impacto en la juventud y los medios.
Explica Plunkett que es un foro público en línea y en el que se puede participar, desde cualquier rincón del planeta con acceso a internet, en la interacción con un grupo de jovencitas, previamente escogido, al que se le hacen demandas “explícitas, como pedirles a las chicas que se besen, que separen las piernas o que usen el flash de la cámara, y otras más difíciles de detectar, enmascaradas con eufemismos”, y a cambio “las chicas reciben una lluvia de regalos virtuales, como flores, corazones, conos de helado y piruletas, que pueden convertirse en dinero en efectivo”.
Sobre esa tendencia, la publicación incluye la reacción de un portavoz de la red social (no es revelado el nombre), que defiende la política de seguridad aplicada para los usuarios que, en el caso en mención, no puede ser menor a 18 años. “TikTok tiene políticas y medidas sólidas para ayudar a proteger la seguridad y el bienestar de los adolescentes”, asegura.
La compañía, además, a través de un correo electrónico, sostuvo que “elimina el contenido que contiene actividades sexuales o peticiones en este sentido, y que tiene una política de tolerancia cero para el material de abuso sexual infantil”.
Forbes cuenta que luego de proceder a verificar detectó que “algunas de las cuentas que alojaban retransmisiones vistas ya no están activas”. Precisamente, esto permitió dejar en evidencia que muchas redes de retransmisión de contenido de TikTok Live, cuando ‘huelen’ que pueden caer en lo ilegal, optan por ‘desaparecer’ del cibermundo.
Precisamente, la red social TikTok, de origen chino, es epicentro de polémica jurídica y política, elevada a asunto de Seguridad Nacional en Estados Unidos, en la que buena parte de la crítica comparte el criterio que viene usada sin control en menores de edad con ánimos de lucro, disfrazando el ilegal mercado de la pornografía infantil.
“La popular aplicación de redes sociales conocida por sus alegres videos de rutinas de baile es, debajo de la superficie, una fuente de ingresos, en la que los adultos a menudo envían dinero y regalos a los menores. Los principales expertos legales, policiales y de seguridad infantil explican a Forbes que dicha actividad en las transmisiones en vivo puede permitir que los depredadores preparen objetivos para el abuso y extorsión sexual en línea o fuera de línea, advirtiendo sobre las consecuencias del acceso sin restricciones a los dormitorios y baños de las niñas, donde ocurre la mayor parte de la transmisión”, destaca el artículo.
Y citando a John Shehan, vicepresidente del Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados, el directivo asegura que “así es como comienza”.
En síntesis, es otro fenómeno que yo calificó de altamente dañino para la formación futura de ciudadanos de bien, de aquellos que deben dedicarse a trabajar de manera honesta y digna por un bienestar social y no solo pensar en la acumulación de riquezas, en muchos casos, efímera y hasta de repugnante origen.
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