Tal vez por toda esta situación de la pandemia por efectos del Covid-19, en marzo pasado, fue revelado un estudio hecho por el SexLab, algo así como un grupo de expertos en investigaciones sobre la sexualidad, de la Fundación Universitaria Konrad Lorenz que pasó casi que desapercibido.
Y es interesante lo descubierto, según la publicación en la web del diario de El Espectador, en su sección de Salud. El solo título del artículo, escrito por la Redacción Vivir, despierta inquietud. “Los colombianos no saben usar bien un condón, revela estudio’, y da los dos primeros indicadores: “El 70% no revisa si el condón está dañado antes de tener relaciones sexuales y el 47 % pierde la erección mientras se lo pone”.
Las conclusiones de los sexólogos de la Konrad Lorenz, ya habían sido publicadas, el 20 de febrero de 2020 en la prestigiosa revista The Journal of Sex Research. Ellos se basaron en una encuesta en la que participaron 775 personas (414 mujeres y 361 mujeres) entre los 18 y 26 años.
Quien dirigió el grupo de investigadores y director del Laboratorio de Sexología de la Konrad Lorenz, Pablo Vallejo-Medina, le contó al diario capitalino que el objetivo del estudio era saber qué tipo de errores cometen los colombianos a la hora de usar un condón.
“Los preservativos no son 100 por ciento impermeables, dejan pasar microorganismos que realmente son muy diminutos. Y si le agregas que el preservativo no te cubre los testículos, cuando el hombre pega su cuerpo con el de la mujer, esa pegada puede recoger infecciones”.
“Los colombianos comenten muchos errores a la hora de usar un condón. Por ejemplo, el 70 % de los encuestados no revisa si está dañado antes de tener relaciones sexuales y 47% pierde la erección mientras se lo pone; pero si es la mujer quien lo hace, este porcentaje se reduce al 25%”.
“En Colombia no solo es bajo el uso consistente del condón (22%) sino que además su uso está repleto de errores y problemas lo que puede reducir su efectividad del 98 al 85%. Esto se debe a la falta de educación sexual, y podría explicar porqué cada vez menos jóvenes lo usan”, dice Vallejo.
“El 35% de los hombres ha tenido problemas con la forma en la que encaja por su forma o tamaño y el 40% ha experimentado que no se siente igual al tenerlo puesto. De igual modo el 40% de los hombres no utilizan el condón durante toda la relación sexual (se lo quitan antes o se lo ponen después)”.
“En cuanto a las mujeres, el 50% empieza a tener relaciones sexuales sin el condón y luego más tarde se lo ponen a sus parejas, lo que podría indicar una negociación del uso del condón durante la penetración. Y el 39% manifiesta tener alguno problema con la forma en que sintió la relación sexual con el uso del condón”, concluye el artículo.
El criterio de otro experto
Para ilustrar un poco más a nuestros ciberlectores, #sinrecato le pidió al reconocido ginecólogo en Barranquilla, Fidel Plata, su punto de vista.
“Sí, todo lo que el estudio dice, realmente, es algo cierto. El preservativo es súper mal utilizado; inclusive él debía prevenir los embarazos no deseados y las enfermedades de transmisión sexual y no lo hace”, precisa.
Explica Plata que los hombres se ponen el preservativo cuando ya va a eyacular. “Inicialmente introduce el pene, disfruta un rato; la mujer, de hecho, lo desea así, no dice absolutamente nada porque considera no es lo mismo; más del 50 por ciento de las mujeres refieren que no es lo mismo tener relaciones sexuales con preservativo que sin él. Igual son los hombres. Nosotros sentimos más estando sin preservativos. Es más, te cuento que atiendo bastantes pacientes que se dedican a la prostitución, muchos me dicen: “Muchos clientes pagan más si uno se quita el condón… pero ¿Cómo es posible? les comento”.
Plata sostiene que el hombre juega a parar y arrancar para demorar más y, así la mujer disfrute más, se excite más; y cuando ya tiene la sensación que va a eyacular, que va a tener un orgasmo, es cuando corre a ponerse el preservativo, pero resulta que, muchas veces, cuando ya se lo pone, está eyaculando adentro. Entonces, al final, hay muchos embarazos no deseados, precisamente por el mal uso del preservativo.
Advierte que similar situación pasa en el caso de evitar las enfermedades de transmisión sexual. “Uno supone que, si el hombre empieza a rozar el pene en la vulva, hay infecciones que se transmiten por contacto, por ejemplo, el virus del papiloma, el herpes, la sífilis, la gonorrea, son simplemente por contacto; es decir, con solo tocar los genitales ya estás haciendo una transmisión”.
Reafirma lo que señala el estudio cuando dice que el hombre nunca revisa el preservativo. No mira si está, seco, sin lubricante. Y advierte que, muchas veces, el mal almacenamiento de los preservativos en estos sitios como los moteles, los deteriora, pero también hay que sumarle reservativos de muy mala calidad.
“Además, los preservativos pueden ser de la marca que sea, pero hay muchos microorganismos, uno de ellos es el VIH-Sida, que son más chiquitos que los poros que, generalmente, trae el preservativo. Los preservativos no son 100 por ciento impermeables, dejan pasar microorganismos que realmente son muy diminutos. Y si le agregas que el preservativo no te cubre los testículos, cuando el hombre pega su cuerpo con el de la mujer, esa pegada puede recoger infecciones”.
¿Qué debería hacerse?, le preguntamos al ginecólogo, y él destaca tres aspectos como respuesta: Lo primero es concientizar y sensibilizar al hombre y la mujer en el uso. “Si se concientizan que tienes que usarlo, porque el preservativo disminuye la probabilidad del embarazo no deseado y de enfermedades de transmisión sexual, ya se programa de que tienes que usarlo”.
Lo segundo es que la mujer sea capaz de pedirlo. “El hombre empieza con el preludio, te toco, te abrazo, te beso; y él es quien al final corre a ponerlo porque a la mujer le da pena. Entonces, más de la mitad de las mujeres, todavía no exigen el preservativo. Y de parte del hombre también debe decir: ¡Con preservativo!, debe dejar a un lado el machismo”.
Y lo tercero, “que para mí es el punto más importante”, es que antes del roce de los genitales, el preservativo ya debe estar puesto.
“Hay una cosa que quiero comentar. El cerebro de los hombres es diferente al de las mujeres. El de ellas es multicanal y el del hombre de un solo canal Eso qué quiere decir que la mujer puede hacer varias cosas al mismo tiempo y la atención no la pierde; el hombre, como tú le quites la atención en algo, inmediatamente se desconcentra”.
Lo anterior, aplicado a la relación sexual, el experto lo ilustra señalando que mientras el hombre rompe el empaque del condón y lo examina, lo más probable es que el pene pierda la erección, tal como lo ratifica el estudio de la Konrad Lorenz.
“Aquí lo que falta es un programa educativo en donde ambos se concienticen no solo de usarlo sino del buen uso, del correcto”, señala el ginecólogo Fidel Plata para dar por concluido su punto de vista.
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