Diez años llevaba el nuevo intento de un grupo de dirigentes políticos y organizaciones defensoras de los derechos de los niños en el país en buscar castigo jurídico para los abusadores sexuales.
Después de haber superado los respetivos debates en la Cámara de Representantes y pasar a consideración del Senado, 77 de sus miembros aprobaron la cadena perpetua, a través de la reforma al artículo 34 de la Constitución Nacional. Ahora pasa a sanción del Presidente de la República, Iván Duque.
Uno de los aportes a las discusiones lo expuso la directora de Bienestar Familia, Lina Arbeláez, quien dio un indicador preocupante: La impunidad alcanza el 87 por ciento.
Voces a favor y en contra se escucharon en los debates. Los no partidarios argumentaron que en el país no es necesaria esa cadena perpetua porque ya existen penas que van entre los 40 y 60 años de prisión; que lo que se necesitan, frente al delito, son acciones preventivas y de protección que involucre a todo el núcleo familiar.
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Entre tanto, los partidarios de darle el sí, destacaron la necesidad de adoptar medidas ejemplarizantes de castigo. Precisamente, días antes de darse el último y definitivo debate, el senador José David Name Cardozo, escribió una columna de opinión para diferentes medios que, dada su importancia, sinrecato.com la reproduce:
‘Sanción ejemplarizante a violadores de menores’
“Contra viento y marea, nuestro proyecto de acto legislativo que impone la cadena perpetua para violadores de niños y niñas ha salido adelante en cada uno de los siete debates realizados en el Congreso de la República. No ha sido fácil mantener a flote esta iniciativa con la que buscamos que en el país se establezcan sanciones ejemplarizantes a los agresores sexuales de nuestros menores.
Amenazada por los tiempos y las dificultades que conllevan legislar de forma virtual, esta iniciativa se mantiene viva y con la esperanza de culminar con éxito el último debate que deberá sortear esta semana en la Plenaria del Senado para convertirse en ley de la República. Estableciendo un hecho sin precedentes en la historia judicial de Colombia.
Aunque en otras ocasiones se han presentado diversos proyectos de ley en el mismo sentido, estas propuestas no prosperaron por distintos motivos, mayoritariamente políticos. En esta oportunidad un grupo de congresistas de diferentes partidos nos hemos unido con la convicción de que se debe castigar severamente a quienes atenten contra la vida, la salud y el desarrollo de nuestros niños y niñas.
El largo camino que desde hace un año ha transitado esta iniciativa debido a las polémicas jurídicas que trae consigo la cadena perpetua como pena en nuestro país, ha sido beneficioso para aportarle nuevos elementos y condiciones claras sobre el castigo a los delincuentes que cometen delitos sexuales contra los menores, así como para aclarar dudas respecto a las circunstancias en las que se debe establecer esta pena excepcional.
“La mayoría de los victimarios de menores no tienen el castigo que merecen”.
Los aberrantes y escalofriantes casos de abuso sexual a menores de edad que han salido a la luz son apenas la punta del iceberg de este terrible flagelo que padecen miles de niños y niñas. De acuerdo con el último reporte del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), en Colombia a diario son abusados sexualmente 28 niños, mientras que para el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, la cifra diaria es de 64 menores de edad, datos desgarradores que exigen medidas radicales y contundentes.
En América Latina, Perú y Chile han establecido la cadena perpetua para casos de violación en los que el menor de edad es asesinado por el agresor sexual. Por otro lado, en países como: China, Corea del Norte, Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Uganda, Guyana, Irán, Irak, Kuwait, Pakistán, Palestina, Siria, Sri Lanka, Tailandia, Tayikistán, Vietnam, India, Bangladesh e Indonesia, el abuso sexual a niños y niñas es castigado con la pena de muerte.
Como padre de familia y colombiano he impulsado esta nueva ley con el único interés de brindarle una mayor protección a nuestros niños y niñas, colocándoles un alto a los agresores sexuales que están destruyendo la infancia de pequeños que por su estado de indefensión se convierten en sus víctimas. Confío y espero que este sea el sentir de mis compañeros en la Plenaria del Senado para que nos sintonicemos con la aprobación de este acto legislativo que necesitamos en un país en el que la mayoría de los victimarios de menores no tienen el castigo que merecen”.
Cuando la mujer es un 'instrumento de guerra' (I) - Sin Recato
•4 años ago
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