La eyaculación es la respuesta del cuerpo ante un estímulo excitatorio, expulsando semen de los testículos (eyaculación masculina): “La mayoría de las veces va acompañado del placer, otras no”, de acuerdo con Claudia Kösler, psicosexóloga y terapeuta de pareja, quien explica tres maneras diferentes de eyacular:
Eyaculación sana: Se produce durante encuentros sexuales, con o sin coito. Se caracteriza porque está acompañado de bienestar emocional y tiempo estimado de calidad.
Eyaculación precoz: Ocurre antes o durante un encuentro sexual, con cualquier practica sexual e incluso con poca estimulación. Por lo general, luego de producirse provoca malestar emocional.
Eyaculación retardada: Ocurre durante encuentros sexuales, con cualquier estímulo con duración prolongada, donde no siempre se llega a eyacular.
Aunque esta última no es muy común, algunos hombres pueden controlarla. Es una técnica en la que, de manera voluntaria, el hombre permanece sin eyacular el mayor tiempo posible durante el acto sexual, alargándolo y profundizándolo e incluso puede que no eyacule en ningún momento, ni siquiera al tener un orgasmo.
De acuerdo con la terapeuta los factores que influyen en la eyaculación son variados: La gestión de excitación, la gestión emocional, el conocimiento sexual y erótico y el estado de ánimo emocional y mental.
La terapeuta señala que no hay una clave universal para retardar la eyaculación: “Cada persona es un mundo y al final cada cual crea la suya propia teniendo en cuenta ciertos recursos. Es fundamental aprender a estar presente, es decir, con calma, sin prisas, en el cuerpo con las respectivas sensaciones y emociones para poder gestionar la excitación, sumando al conocimiento sexual y erótico.
Y agrega que la penetración no es el eje de las relaciones sexuales: “Es importante trabajar la erótica en todo el cuerpo, no en la zona genital. Así habrá menos ansiedad a la hora de expresar la sexualidad”.
Entre más calmada sea la persona, podrá controlar la excitación. Es decir, podrá controlar cuando eyacular. Porque en el caso contrario, es como un carro sin frenos y es cuando la disfunción aparece. La experta señala que es importante trabajar desde la calma y dejar a un lado la ansiedad.
También se habla de algunas posturas sexuales que podrían ser un recurso que alargue la excitación; sin embargo depende de cada individuo, cada uno sabe cuál posición sexual permite retrasar su eyaculación. Por lo que la experta recomienda hacer una lista de posturas en las que más se exciten a la que menos y elegir,
Los expertos confirman que una de las peores formas de aprender a controlar la excitación sexual es llevar a cabo una tarea mental aburrida para apartar el placer de la mente. Esto en realidad no ayuda a que las relaciones sexuales sean más placenteras, es todo lo contrario.
El reflejo eyaculatorio, se produce cuando la persona llega al punto álgido de la excitación sexual y para que ocurra se deben tener en cuenta algunos factores físicos y mentales.
La psicosexóloga recomienda la terapia como recurso para controlar la eyaculación, aunque algunos cuestionen estos métodos, la mente juega un papel importante:
- Exploración de la historia sexual y erótica, creencias sobre la sexualidad y las relaciones sexoafectivas.
- Gestión emocional a través de la psicoeducación en inteligencia emocional, meditación y visualizaciones.
- Gestión de la excitación: Respiraciones conscientes, prácticas eróticas no coitales ni genitales a solas y técnicas del punto de no retorno. Por ejemplo, estimularse y en el momento de estar cerca de eyacular parar y repetir para así alargar el mayor tiempo posible.
- Rutinas sexuales y eróticas en pareja: Durante el primer mes no realizar coito ni penetraciones. Según sea la evolución se alarga esta pauta o no; trabajar la erótica del cuerpo a través de masajes, caricias y petting.
- Masturbarse unas horas antes de tener sexo para intentar aguantar más.
- Ejercicios del suelo pélvico o de Kegel (ver columnas anteriores).
La única manera de hacerlo posible es desaprendiendo. Algunos hombres conocen mejor su cuerpo que otros y con su mente lo dominan; por eso, no siempre la eyaculación y el orgasmo se producen al mismo tiempo, incluso muchos hombres no eyaculan, ni tienen orgasmos durante las relaciones sexuales y eso no quiere decir que no lo disfruten.
Es tiempo de gozar de la sexualidad con mayor libertad, sin llevar un libreto, explorar tu cuerpo porque como bien lo dice la terapeuta: “Vivimos en una sociedad coito centrista y genitalista, lo cual complica sanar los problemas o disfunciones sexuales”.
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