Las relaciones sexuales no iban a quedarse por fuera de las mediciones hechas en el mundo para determinar el devastador impacto de la pandemia Covid-19 en las sociedades. En los resultados hay de todo un poco.
Se partió de la aplicación de una encuesta, durante todo el año 2021, denominada I-Share, para saber el estado de la salud sexual y reproductiva, en la que se les preguntó a 24.444 personas de 33 países de los cinco continentes cómo los afectó el virus que obligó a un prolongado encierro, y en el que muchos analistas entraron a suponer que facilitaría la resolución de problemas de convivencia, pero parece que los cálculos fallaron.
Los medios de comunicación virtuales e impresos, sexólogos, trabajadores sociales, psicólogos, terapistas de pareja, solo para mencionar algunos, se han dado gusto desmenuzando el trabajo de los tabuladores y las conclusiones que a la postre son las que más interesan para no dar tantas vueltas.
Profamilia lideró la encuesta en Colombia, que se concentró en preguntarles a 2.444 personas entre los 18 y 29 años, el54 por ciento; y entre los 34 y 39 años, el 36 por ciento, cómo les fue en la pandemia en relación a la llama ardiente de la pasión sexual.
“Es una encuesta que, a diferencia de todas las que tenían estándar internacional, ya no se concentra solo en la salud sexual y reproductiva, que es lo que tradicionalmente se pregunta, sino que quería tener mayor desarrollo en la sexualidad. Se habló de la experiencia sexual, de los problemas sexuales y se evaluaron comportamientos sexuales específicos como la actividad sexual con la pareja, la masturbación, las relaciones ocasionales, el sexting, la pornografía y el cibersexo”, comentó Juan Carlos Rivillas, director de investigaciones de Profamilia.
¿Qué detectó el trabajo?
-El 64% de parejas terminó la relación al no soportar tres meses de encierro.
-Cuatro de cada 10 personas explicaron que en la ruptura sí tuvo incidencia la situación de salud pública.
– El 18% de los encuestados sostuvo que aumentó la frecuencia de la actividad sexual; mientras que un 30% manifestó que la actividad disminuyó.
-El 35% de los contactados reconoció que aumentó la frecuencia de la masturbación; y el 32% señaló que disminuyó.
– El 10% de las personas abordadas sostuvo que aumentó la frecuencia de las relaciones ocasionales; y el 8%, que disminuyó.
-El 27% de los encuestados dijo haber aumentado la frecuencia del sexting (intercambio de contenido erótico, fotos y videos); y el 18%, la disminuyó.
-El 27% aumentó la frecuencia con la que, normalmente, ve pornografía; y el 35%, disminuyó esa inclinación.
-El 12 % de los encuestados dijo que aumentó la frecuencia de tener cibersexo; y el 8 % que disminuyó esa práctica.
-El 80% de las mujeres encuestadas, sexualmente activas, usan un método anticonceptivo.
-El 14 % de las mujeres señaló barreras para acceder a los anticonceptivos: Temor al contagio por salir del hogar; las largas filas; el tiempo de espera en centros médicos; y la escasez de fármacos.
“Lo cierto es que, al menos dentro de la población encuestada, los investigadores de Profamilia y del informe I-Share concluyeron que la pandemia sí aumentó la insatisfacción en las relaciones físicas interpersonales y los colombianos se enfrentaron a nuevos retos sexuales que antes no tenían, como integrar la virtualidad a su salud sexual”.
“Para los investigadores, estudiar los cambios en el comportamiento sexual de las personas durante este tipo de emergencias sanitarias es trascendental para generar estrategias y ajustes que eviten que durante estas medidas se vulneren los derechos sexuales y reproductivos de las personas”, se señala en el diario El Espectador, medio colombiano que divulgó buena parte de la encuesta I-Share.
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