Hoy empezaré una serie, el confesionario; no tengo la calidad de sacerdote, pero si, en algún momento, necesitan ser escuchados, ¡Presente! Entiendo que es un alivio ser atendido y la mayoría de las veces, no hay con quien desahogarse, o no se siente la confianza para expresarse, precisamente, por el temor a ser juzgados o señalados.
Greisy_Vega (*) es una joven atractiva, madre soltera, profesional y, como a muchos les pasó, en pandemia quedó sin empleo: “Trabajaba en un banco, aparentemente, era algo estable y con el famoso recorte de personal, quedé sin empleo, y sin sueldo porque el dinero de la indemnización quedó en manos del banco, con el que tenía una deuda. Soy mamá, ante todo, así que no podía quedarme de brazos cruzados. Y empecé a buscar empleo por todos lados; ya ni siquiera pensando en mi profesión, soy contadora pública. Necesitaba trabajar, de lo que sea”, comenta.
“Me siento una mujer promedio; en realidad, tengo inseguridad por mi cuerpo. Sin embargo, mis amigas me dicen que ‘estoy buena’, cosa que me halaga, porque las mujeres siempre nos damos duro y para tener tres hijos me veo súper bien. Por supuesto que, si tuviera plata, ya me hubiera operado los senos”, dice en medio de una carcajada.
“Haciendo mil peripecias después de un año, conseguí, nuevamente, un trabajo en un banco, con un sueldo más bajo, lo acepté porque mis finanzas estaban en rojo. Un día que chateaba con una amiga, me contó que había renunciado a su trabajo para dedicarse tiempo completo a ser modelo web cam y que en el estudio donde ella trabajaba estaban buscando mujeres atractivas”.
“De una le dije que no. Salieron miles de letreros en mi cabeza, qué yo no iba a servir para eso, qué iba a pensar mi familia, en fin; me di látigo toda esa semana. Y mi amiga solo me dijo que lo pensara y ella me ayudaba a entrar”.
“Esa semana me puse a buscar información por internet, miré videos, en fin; no podía hablar sin conocer como era el ambiente, o esa idea que tenía en mi cabeza. Y mirando mi nevera como fuente luminosa: solo llena de luz, dije: ¡Qué carajo, voy pa’ esa!”.
“Tener a mi amiga, que ya era parte de este medio, fue una ventaja para mí, porque me ilustró mucho acerca del negocio y tal como me lo había descrito así es; aunque confieso que pensé que era un poco más fácil tener seguidores; todo es de tiempo y perseverancia”.
“Al comienzo fue duro por el horario y quería tirar la toalla, porque no justificaba las ganancias, pero ya llevo seis meses y todo ha mejorado. Ser modelo web cam no es tan pervertido como la gente cree, ya que todos hacemos y aceptamos hacer lo que nos hace sentir cómodos. Puede pasar que nos encontramos con gente que tiene un fetiche diferente o algo extraño, pero es normal, pues, en la vida real es así, sólo que aquí tú tienes el control de decidir qué hacer”.
“Yo he estado en dos estudios. El primero lo cambié por no tener acompañamiento. Si yo tuviera un estudio, invertiría tiempo en sus modelos, las entrenaría para que mejoraran su expresión corporal que influye en la parte audiovisual. Al final, esto representa más ingresos para el estudio, pero lo más importante es que se disfrute, como estoy segura todas las que estamos en el medio nos pasa”.
“En el estudio, una vez, me preguntaron que por qué no mostraba casi las nalgas y yo les decía porque no tengo mucho y ellos me han subido la autoestima. Me han hecho pruebas para que mire como me ven los usuarios y la verdad me siento bien…Es más una lucha interna por mis inseguridades”.
Le pedí que me contara lo bueno, lo malo y lo oscuro de esta experiencia.
◊ Lo malo: “Los visitantes que quieren pasarse de vivos y no tipear, o sea que quieren shows sin pagar. Algunas prohibiciones del estudio a los modelos, por ejemplo, es que no se puede ni saludar”.
◊ Lo bueno: “No me ha pasado a mí, pero he escuchado historias que a algunas chicas les han ofrecido una cantidad considerable de tokens (dinero) por pintarse el cabello, o porque alguien las nalgueara, lo cual no provoca daño a la integridad, pero si un dinero extra”.
◊ Lo oscuro: “Hasta el momento no he tenido propuestas descabelladas o extrañas, pero lo que sí tengo claro es que no haría algo que me perjudique, o que me haga sentir incómoda. Pero si me pasó algo bien raro. En una ocasión me tipeaba una mujer y entre la conversación que sosteníamos siempre incluía comentarios acerca de sus hijos y cuando me comentó que sus hijos estaban allí con ella, viéndome, culminé la transmisión”.
Greisy cuenta que ha manejado el tema con discreción por sus hijos, en especial por su hijo menor. Los dos mayores tienen más entendimiento, lo saben y comprendan la situación.
“Soy una mujer independiente, que me sé valer por mis propios medios y esta es una manera de ganar un dinero extra; no estoy perjudicando absolutamente a nadie. De hecho, ni a mí misma porque estoy haciendo algo que, además de recibir un pago, me hace sentir cómoda. Las demás personas lo ven como un tabú, que es algo pervertido; realmente no lo es. Yo lo veo como un empleo más”.
“Es cierto que muchas llegamos a esto por alguna necesidad económica, pero nos mantiene el gusto que le tomamos. Una nueva experiencia, autoconocerse, ganar por lo que se disfruta, sentirse sexy”.
Al final de su confesión asegura que será modelo web cam por un año. Su meta es ahorrar lo suficiente y dejarlo mientras consigue un empleo mejor.
(*) Nombre cambiado.
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