Un cibernauta, de esos flojos para buscar en Google, a propósito de la temática que maneja #sinrecato.com sobre la educación sexual e información de interés, insinuó que le averiguáramos que era Itifalofobia.
Y, así se hizo. Las múltiples definiciones halladas apuntan, de manera sencilla y directa, a que es el miedo a la erección del pene.
Uno de los investigadores, Marcel Gratacós, en el portal lifeder.com, expone un tratado sobre ese trastorno o enfermedad sexual, algo que aún no está definido como tal, en el que asegura que “la itifalofobia se caracteriza por la presencia de ansiedad y conductas de evitación en las situaciones en las que se puede tener una erección”.
Respondida la inquietud al preguntón y dándole luces para que ahonde en el tema, a #sinrecato le quedó sonando eso de las fobias, definidas como un trastorno de salud emocional en el que el afectado expresa miedo desproporcionado a objetos o situaciones concretas.
“Los fóbicos pueden experimentar pánico, taquicardia, falta de aire, temblores y un fuerte deseo de huir”, explica uno de los investigadores, quien recomienda que la relajación es una de las técnicas para no perder el control.
Otros interesados, profundamente, en ello como Fernando Pino, del portal vix.com, aseguran que existen 470 fobias detectadas y bautizadas.
Como la lista es larga se escogieron las más comunes y las más raras. Aquí están, no sin antes darles un par de datos adicionales.
Los ronquidos, ‘intrusos’ de mucho cuidado
El primero histórico: “La palabra fobia derivada de Fobos, en griego antiguo ‘pánico’, que era la personificación del ‘tener miedo’ en la mitología griega, hijo de Ares y Afrodita… Y el segundo médico: No existe medicación para curar una fobia, sino que se debe acudir a profesionales de la salud mental para su tratamiento.
Los miedos comunes
Según ranquin divulgado en el sitio web El Confidencial, bajo la asesoría de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés, hay fobias específicas y sociales, que a su vez se subdividen, pero para no enredarlos con tanta explicación vamos a lo concreto.
Aerofobia: Miedo a los aviones, no al aparato en sí sino a viajar dentro de ellos; Claustrofobia, a los sitios cerrados; Agorafobia, a los espacios abiertos; Brontofobia, a situaciones relacionadas con la naturaleza y fenómenos atmosféricos, como tormentas con truenos y rayos, precipicios o aguas profundas.
Enoclofobia, a las avalanchas, multitudes o a encontrarse entre mucha gente; Zoofobia, a los insectos (entomofobias), a las abejas (apifobia), a las arañas (aracnofobia), a las hormigas (mirmecofobia), a los reptiles (herpetofobia), o a las serpientes (ofidiofobia), a los perros (cainofobia), a los gatos (ailurofobia), a las palomas (colombofobia), a las gallinas (alektorofobia), a los peces (ictiofobia).
Hematofobia, a la visión de sangre o heridas, o a recibir inyecciones; Dentofobia, miedo extremo y persistente a las consultas odontológicas; Acrofobia, a las alturas; Necrofobia, a la muerte.
En todo caso, el psicólogo español Antonio Cano sostiene que “las fobias sociales interfieren, marcadamente, con la rutina normal de la persona, con las relaciones laborales o académicas, familiares o sociales”.
Agrega que hablar o comer en público, asistir a reuniones sociales, dictar clases, dar exposiciones, aparecer en televisión o en espectáculos públicos, asistir a una cita amorosa, mirar directamente a los ojos o miedo a vomitar en público son los miedos más comunes.
Los miedos más raros
De acuerdo con el portal La Gaceta, de España, dentro de las fobias más raras se encuentran:
Eufobia: Miedo o terror a recibir buenas noticias; Somnifobia, a dormir; Gelotofobia, a la risa; Omfalofobia, a los ombligos; Araquibutirofobia, a los cacahuetes; Efefobia, a las personas jóvenes; Rectofobia, a las enfermedades rectales.
Geniofobia, a tocarse la barbilla; Falacrofobia, a la calvicie; Metrofobia, a la poesía; Dipsofobia, al alcohol o al estado de embriaguez; Urofobia, a la orina; Onomatofobia, a escuchar ciertos nombres o palabras.
A la anterior lista se le pueden agregar otras rarezas de miedos, de acuerdo con Mundo Psicólogos.
Nomofobia, a dejar el celular en casa o estar por un tiempo desconectado del aparato; Fagofobia: miedo a tragar; Hexakosioihexekontahexafobia: al número 666; Macrofobia, a esperar; Genufobia, a las rodillas.
Cacofobia, a la fealdad; Caliginefobia, Complejo de Licea o Venustrofobia, a la belleza; Optofobia, a abrir los ojos; Crometofobia, al dinero; Eisoptrofobia o Catoptrofobia, al espejo; Ostraconofobia, al marisco; Lacanofobia, a los vegetales; Catisofobia, a sentarse.
Escriptofobia, a escribir en público; Rabdofobia, a las varitas mágicas; Coulrofobia, a los payasos; Penterafobia, a las suegras; Pogonofobia, a las barbas; Falacrofobia, a quedarse calvo; Caetofobia, al cabello; Turofobia, al queso; Xantofobia, al amarillo; Dendrofobia, a los árboles; Hipopotomonstrosesquipedaliofobia, a las palabras largas; y para el remate, Fobofobia, miedo a sentir miedo.
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