Te amé con mis cinco sexos sentidos.
Recuerdo: una gota de sudor bajó lentamente por tu cuello,
al final de los apremios y de los delirios.
Yo la contemplé extasiada como el trofeo descarado de mi deseo.
Amarte es tan fácil,
solo basta que tus palabras penetren inteligentemente mis oídos.
Tu voz es el saxo dulce que me envenena
y conduce al lienzo ardiente de tu noche.
Ahora me quedo con esa gota de sudor en mis recuerdos
Y tú amor, ¿con qué te quedas?
si dicen que los caballeros no tienen memoria.
Poeta invitada: Rosa Herrera Bossio.
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