A propósito de la Semana Santa que acaba de concluir, en la mitad de los días santos, el miércoles 5 de abril, fue estrenado un documental de 83 minutos en el que el papa Francisco aborda temas ‘picantes’ con 10 jóvenes que tuvieron el privilegio de estar en un exclusivo encuentro con el máximo jerarca del Catolicismo.
En la producción para Disney+ y Star+, ‘Amén. Francisco responde’, a cargo del dúo español Jordi Évole y Màrius Sánchez, se habló de la identidad sexual, el feminismo, el aborto, la migración, el racismo, la pérdida de fe, el rol de la mujer, entre otros, en medio de la sinceridad y el respeto por los argumentos de los interlocutores de diversidad religiosa.
En el medio de comunicación oficial de la Iglesia Católica, Vatican News, Felipe Herrera-Espaliat, sacerdote y periodista, hace un recuento del trabajo que empezó en junio del 2022, con jóvenes entre los 20 y 25 años, en una edificación del barrio Pigneto de Roma, en medio de la convalecencia del Papa, luego haber sido tratado por fallas en su rodilla derecha.
Entre momentos de tensión, risas, humor, llanto y dolor, según cuenta el narrador, el papa Francisco no evadió ninguna inquietud, incluso reconoció algunas culpas y fallas de parte de la misma institución religiosa. Del interesante encuentro descrito les comparto algunos pasajes.
Por ejemplo, a partir de la presentación que hizo Alejandra, joven colombiana, luego de revelar que era creadora de contenido pornográfico para ser distribuido a través de las redes sociales y así obtener la manutención para ella y su hija, el Papa aprovecho para advertir el mal uso a esa herramienta de divulgación masiva, dando a entender que allí se desconocen principios morales y éticos.
“Si tú a través del medio vendes droga, por ejemplo, estás intoxicando a la juventud, estás haciendo daño, estás fomentando un delito. Si tú a través del medio haces contactos mafiosos para crear situaciones sociales es inmoral. La moralidad de los medios depende de para qué los uses… El que es adicto a la pornografía es como que fuera adicto a una droga que lo mantiene en un nivel que no lo deja crecer”, precisa.
A ello le suma cuestionamientos a la masturbación tras considerar que es apartarse de la aproximación sana a la sexualidad. “El sexo es una de las cosas bellas que Dios dio a la persona humana. El expresarse sexualmente es una riqueza. Entonces, todo aquello que disminuya la real expresión sexual te disminuye a ti también, te parcializa y te empobrece esa riqueza. El sexo tiene su dinámica, tiene su razón de ser. La expresión del amor es probablemente el punto central de la actividad sexual. Entonces todo aquello que te lo tire para otro lado y que te lo saque de esa dirección te disminuye la actividad sexual”.
Admitió que la Iglesia Católica, en materia de catequesis sobre la sexualidad, aún está en pañales.
Aborto y abuso sexual
Otros temas abordados giraron en torno al aborto y al abuso sexual. El primero lo expuso Milagros, provenientes de Argentina, quien dijo ser catequista católica y orgullosa de ser activista proaborto, condición que ratificó mediante la entrega de un pañuelo verde estampado con la frase: “Aborto libre, seguro y gratuito”. Sobre ello el Papa comentó: “A los curas siempre les digo que cuando se acerca una persona en esa situación, con un cargo de conciencia, pues es dura la huella que deja un aborto en la mujer, que por favor no pregunten mucho y sean misericordiosos, como es Jesús. […] Pero el problema del aborto hay que verlo científicamente y con cierta frialdad. Cualquier libro de embriología nos enseña que al mes de la concepción ya está delineado el ADN y están dibujados todos los órganos. Por tanto, no es un montón de células que se juntaron, sino que es una vida humana”.
Y aprovecha para preguntarle a los jóvenes: “¿Es lícito eliminar una vida humana para resolver un problema? O si yo recurro a un médico, ¿Es lícito alquilar un sicario para que elimine una vida humana para resolver un problema?”.
En torno abuso sexual, a partir de la experiencia vivida por Juan, un joven español, quien contó que fue abusado por un educador perteneciente al Opus Dei cuando él tenía 11 años, y asegurar que sigue frustrado porque el responsable, a pesar de haber sido condenado por la justicia, está a punto de quedar en libertad y ser restituido a la institución en donde presta sus servicios.
“El Papa se muestra adolorido, pero sobre todo sorprendido cuando ese joven le entrega una carta escrita por el mismo Francisco. Era la respuesta de puño y letra del Pontífice dirigida al padre del joven, diciéndole que la entonces llamada Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) se haría cargo de este caso a nivel canónico. El joven, quien reconoce que ya no es creyente, le explica que la CDF dictaminó que ese profesor debía ser restituido en su buen nombre, exonerándolo de responsabilidad”, destaca el periodista en el artículo.
Seguidamente, recoge la reacción del Pontífice quien le promete al joven que ese caso será revisado y que no prescribirá. “Estos casos de abusos con menores no prescriben. Y si por los años prescriben, yo levanto la prescripción automáticamente. No quiero que esto prescriba nunca”, advierte el Papa.
Diversidad de género
La condición de sexo también fue aborda en el diálogo a través de Celia, joven española que se identificó como no binaria y cristiana, quien le preguntó al Papa sobre el espacio dado a la diversidad sexual y de género en la Iglesia Católica. En respuesta el Jerarca manifestó: “Toda persona es hija de Dios, toda persona. Dios no rechaza a nadie, Dios es Padre. Y yo no tengo derecho a echar a nadie de la Iglesia. Más aún, mi deber es recibir siempre. La Iglesia no puede cerrarle la puerta a nadie. A nadie”.
En el artículo el autor señala que “el Pontífice lanza una crítica a quienes, apoyándose en la Biblia, promueven discursos de odio y justifican la exclusión de la comunidad eclesial del llamado colectivo LGTB: “Esa gente son infiltrados que aprovechan la Iglesia para sus pasiones personales, para su estrechez personal. Es una de las corrupciones de la Iglesia”.
En el diálogo con los 10 jóvenes, el papa Francisco también cuestiona otros problemas sociales que aún golpean a muchas comunidades en el mundo, como el racismo, la discriminación contra la mujer de la que no se salva la misma Iglesia Católica, los migrantes, al centralismo en los Estados que no se dan a la tarea de ir a las periferias para que vivan, en carne propia, la desigualdad reinante, entre otros aspectos.
Me atrevo a recomendar la lectura completa del artículo de Felipe Herrera-Espaliat, como una herramienta que puede servir para debates con argumentos. Igual, ver el documental.
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