Lo primero que se le ocurre a cualquiera cuando ve a un viejo, o a una vieja, que llama la atención por ir agarrado de manos o abrazar a otra persona de menos edad, es pensar, o comentar en voz baja a alguien: “Debe ser la hija, nieta, sobrina, amiga joven, etc…”, o “debe ser el hijo, nieto, sobrino, amigo joven, etc.”.
Cuando conoce que “son esposos” o “pareja permanente”, entonces cambia al comentario: “¡Qué…, la está criando!”, o ¡Qué…, lo está criando!”, o en ambos, una expresión ‘pringamosera’: “¡Qué…, recobrando fuerzas, con colágeno!”, en fin.
Sin embargo, estoy seguro de que eso es lo que menos les importa al par de ‘tortolitos’ que se mantienen firmes, unidos, alejados de la salida que representa el divorcio, cuando hay situaciones que ya se salen de control.
Precisamente, para saber cuál es la edad ideal que une a una pareja de adultos, más su permanencia, en especial con armonía, hasta que lo disponga Dios, pero que por circunstancias de la vida no terminan soportándose y le dan vía a la separación, la Universidad de Emory de Atlanta le puso esa tarea a un grupo de investigadores.
La cuestión es que ese trabajo fue realizado en el 2014, y su publicación solo vino a conocerse en el primer semestre del represente año, según los registros de la prensa mundial. Aunque es un referente, no hay dudas de que los porcentajes han tenido que haber variado una barbaridad en 9 años, sobre todo que después de la pandemia por Covid-19 la convivencia de parejas sufrió impacto negativo al elevarse factores como la intolerancia debido a la rutina, entre otros.
De todas maneras es bueno mirar qué encontraron los científicos investigadores. La sexóloga del periódico El Tiempo de Bogotá, Esther Balac, en uno de sus picantes artículos, ‘¿Cuál es la diferencia ideal de edad en una relación de pareja? Esto dice la ciencia’, hace un resumen y es el que les comparto:
“Investigadores de la Universidad de Emory de Atlanta, en Estados Unidos, se dieron a la tarea de descubrir cuál es la edad perfecta, para seleccionar la pareja ideal.
Un estudio realizado entre 3.000 estadounidenses por los profesores Andrew Francis, Hugo Mialon y Randal Olsen demostró que las parejas que más divorcios tuvieron fueron las que tenían una mayor diferencia de edad.
El trabajo encontró además que el porcentaje de rupturas entre parejas que se llevan 5 años es del 28% y esta cifra aumenta a un 39%, cuando las parejas se llevan 10 años, y en una diferencia de 20 años, las cifras sufren vertiginosamente hasta un 95%.
Sin embargo, aunque los investigadores no generalizan los datos, también se refleja que las parejas que solo se llevan un año de edad tienen un riesgo del 3% de terminar en un divorcio, según el análisis que realizaron.
Otro dato interesante del estudio es que “si una pareja es capaz de estar juntos 2 años, las probabilidades de divorciarse disminuyen un 43% y si el matrimonio supera los 10 años, se disminuyen las posibilidades de divorcio, hasta en un 94%”, señaló el investigador Andrew Francis.
En sus conclusiones, el estudio deja claro que en el éxito o en el fracaso de una pareja, además de la diferencia de edad, hay muchos factores que influyen en que una relación perdure o se termine. Esto depende de cada pareja en particular y no se puede garantizar que la edad de los miembros de una relación haga que esta dure más o menos tiempo.
Para el psicoanalista Félix Larocca, de la Universidad de Washington, “cuando la mujer es mayor que el hombre, no es tan esencial el atractivo físico como la personalidad, la sabiduría y el poder que simboliza una persona mayor. También pesa la seguridad económica, la superioridad cultural y la experiencia”.
Entre más extremas son las edades, más difícil será que se prolongue la relación, porque en algún momento el menor de la pareja querrá tener a su lado a alguien más joven.
“El éxito de este tipo de uniones está determinado por la adaptación de ambos mundos a las vivencias, necesidades y experiencias del otro, sin la obligación de perder sus propias libertades”, afirma Larocca.
Aunque es difícil mantener el equilibrio en una pareja, muchas veces la diferencia de edad ofrece alivio para la relación. Diga lo que diga la ciencia, en cuanto al amor, no hay edad, ni momento adecuado, ni barreras que le frenen.
Este sentimiento llega a la vida de cada uno en el tiempo preciso. Así que a la hora de una buena encamada, los años no afectan en el catre, aunque digan lo contrario, porque lo cierto es que la planta baja no envejece sorpresivamente. Hasta Luego”.
De mi cosecha, además de plantear que debe actualizarse la investigación puesto que han transcurrido casi 10 años, solo les dejo el interrogante: ¿Cómo la ven?
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