“Amar demasiado no significa amar a demasiados hombres/mujeres, ni enamorarse con demasiada frecuencia, ni sentir un amor genuino demasiado profundo por otro ser. Significa obsesionarse por una persona y llamar a esa obsesión: amor, permitiendo que esta controle nuestras emociones y nuestra conducta y, si bien comprendemos que ejerce una influencia negativa sobre nuestra salud y nuestro bienestar, nos sentimos incapaces de librarnos de ella. Significa medir nuestro amor por la profundidad de nuestro tormento”, afirma la autora del libro ‘Las mujeres que aman demasiado’.
Robin Norwood es una terapeuta familiar norteamericana quien descubrió este fenómeno, el de amar demasiado en las parejas (co-adictas) de alcohólicos y adictos a las drogas; pero, a diferencia de sus pacientes, eran sus mujeres las que siempre provenían de familias disfuncionales y de este modo revivían aspectos de su niñez.
Este libro da a conocer las causas y consecuencias de amar demasiado. Son historias reales de amor, pero de un amor enfermizo, adictivo, obsesivo, como la dependencia al sexo, soportar infidelidades, creerse responsables del cuidado de una persona o de ser partícipes de la adicción de su pareja.
La pregunta #sinrecato es: ¿Usted está amando demasiado? y aunque la autora escribió el libro pensando en las mujeres, plantea que también hay hombres que aman demasiado.
“Cuando estar enamorada significa sufrir, estamos amando demasiado”, esta frase resume el libro. La autora explica que a partir de esta afirmación es como se dan cuenta los pacientes que algo no está funcionando, y los hace reflexionar que su relación de pareja no es sana y necesitan ayuda profesional.
La terapeuta explica que admitir el problema, es un comienzo, pero es necesario avanzar y hacer lo posible en no caer en este nuevo vicio: Salvador vs Salvado.
Según su autora: “Viven tan obsesionadas con su relación que apenas pueden funcionar como personas. A pesar de todo el sufrimiento y la insatisfacción que acarrea, amar demasiado es una experiencia tan común para muchas personas que casi están convencidas que es así como deben ser las relaciones de pareja. La mayoría de las mujeres han amado demasiado por lo menos una vez en sus vidas”.
Norwood plantea una serie de señales que confirman si estas amando demasiado, aunque el enfoque es para relaciones enfermizas, es una guía para evaluar relaciones sanas:
• Asegurar y creer que estar enamorado significa sufrir.
• Tratar de ser la terapeuta de su pareja.
• Disculpar o justificar su mal humor, su indiferencia y sus desaires.
• Cuando la relación perjudica su bienestar emocional e incluso su salud e integridad física.
“La obsesión por una pareja radica en el miedo y no en el amor, miedo a estar sola, miedo a no ser dignas o a no inspirar cariño, miedo a ser ignoradas, abandonadas o destruidas. Se da amor con la desesperada ilusión de que la pareja se haga cargo de nuestros miedos, y estos miedos se convierten en la fuerza que impulsa nuestra vida”, afirma Norwood.
Características típicas de las mujeres que aman demasiado:
• Provienen de un hogar disfuncional que no satisfizo sus necesidades emocionales.
• Como no logra convertir a su(s) progenitor(es) en los seres amorosos que ansiaba, le atraen hombres, emocionalmente, inaccesibles a quienes intenta cambiar, por medio de su amor.
• Le teme al abandono y hace cualquier cosa para evitar que una relación termine.
• Asume la responsabilidad, la culpa y los reproches, en sus relaciones.
• Su amor propio es bajo, y en el fondo no cree merecer la felicidad.
• Es probable que esté predispuesta, emocionalmente, y, a menudo, bioquímicamente, para volverse adicta a las drogas, al alcohol y/o a ciertas comidas, en particular los dulces.
• Es probable que tenga una tendencia a los episodios depresivos, los cuales trata de prevenir por medio de la excitación que proporciona una relación inestable.
• No la atraen los hombres que son amables, estables, confiables y que se interesan en detalle. Esos hombres agradables le parecen aburridos.
Este libro, al igual que otros de superación personal, tiene una lista de pasos a seguir para mejorar conductas y comportamientos. Si decide seguirlos, no lo haga solo, busque ayuda profesional. Aunque las soluciones no se obtienen mágicamente, si es posible cambiar un patrón de amar demasiado, pero es posible.
Los seres humanos tienen experiencias que los confrontan con la vida y siempre dejan una lección. Una persona debe tomar el control de su vida y aprender que, para dar y recibir amor, primero debe amarse a sí misma.
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