Sin lugar a dudas, diciembre es el mes más festivo del año. Por ahí dicen que tiene 31 viernes porque, con su llegada, todo es rumba.
El ambiente es propicio para celebrar cumpleaños, bautizos, grados, matrimonios, reuniones de colegios, de universidad, de amigos y por supuesto de fiestas de fin de año, incluyendo las del trabajo.
Empresas en el mundo organizan, como parte del programa de bienestar, una cena navideña o fiesta de fin de año, en la que los empleados comparten un momento de diversión dejando de lado el cotidiano ajetreo.
De acuerdo con una encuesta, aplicada por una marca de lencería británica a más de 2.000 clientes, un 39% reconoció haber tenido sexo con un compañero durante festejo empresarial, y otro 54% admitió haberse besado con alguien en la rumba.
Según el sondeo, los más #sinrecato fueron los informáticos, seguidos por los jurídicos, los de recursos humanos, los de transporte y logística y los del área financiera; mientras que en los más ‘recatados’ se ubicó a los profesionales de la educación y la salud.
Si la celebración se realiza en la misma oficina, la sala de juntas es la llamada a convertir se la de ‘junta de ombligos’ o en ‘el nidito de amor’, en especial, de los jefes, quienes se olvidan de la rigidez y se vuelven en los promotores del desorden.
Otros resultados
1- Vestirse de rojo aumenta las posibilidades de atraer el sexo opuesto.
2- Un 33% de las personas confesó que la noche previa al año nuevo es cuando tienen más deseo de tener sexo con extraños.
3- Más de la mitad de las personas admitió también que ha ‘dado sexo’ como parte de su regalo de las fiestas, conocido como ‘el popular regalo del pobre’.
La película que sigue a la rumba es que hay relaciones casuales que pasan a ser duraderas y vienen las complicaciones.
Las fiestas empresariales ratifican que la mezcla de alcohol y soledad resultan ser un coctel peligroso. Lo recomendable es el goce prudente; pero por si las cosas se salen de control hay que usar preservativos, como el condón considerado el método anticonceptivo más eficaz para no exponerse a una ETS, o un embarazo no deseado.
Al día siguiente, lo del guayabo moral por no recordar o entender qué fue lo que hiciste, es otro cuento.
Protégete #sinrecato y no pases un mal rato. ¡Feliz Navidad y un próspero año 2020 les desea Sin Recato. Las cosas por su nombre’!
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