En el listado de los siete pecados capitales, la soberbia lleva la bandera. Su definición es directa y sin rodeos: exceso de orgullo o arrogancia.
Coloquialmente, para mí, un soberbio no camina…levita; mejor dicho, el ‘ombligo del mundo’. Además, es el estandarte, en su máxima expresión, de la egolatría.
Los estudiosos de los siete pecados, que encabeza la soberbia y que se complementa con avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza, varios de ellos abordados en nuestro portal, dan luces de cómo identificar a un soberbio y cómo tratarlo. Hoy quiero compartirles este tema.
En el portal CogniFit Blog se dan a conocer ciertas características que describen a soberbio, pero advierte el artículo que “no siempre se dan todas estas o signos a la vez”, y asegura que existen diferentes grados de soberbia y que se puede ser arrogante en mayor o menor medida, como cualquier otro rasgo de personalidad.
1- Deseo desmesurado de recibir halagos y alabanzas de los demás. Buscan constantemente la admiración, muestran todo lo que han logrado o lo que tiene para que los demás les halaguen. Quiere a la gente que le adora y desprecian a quien no lo hace.
2- Habla constantemente de sí mismo y de sus logros. Su tema favorito es sobre sí mismo, lo que ha hecho, lo que ha comprado, lo que le ha pasado. También le encanta ser el centro de atención. Tienden a acaparar la atención en cualquier reunión social. Toda la conversación gira a su alrededor. Si alguien comienza a hablar de otras cosa, enseguida intenta que la atención vuelva hacia sí mismo, si es necesario, interrumpiendo a los demás.
3- Caen bien al principio. Una persona soberbia y arrogante suele ser encantadora cuando la conoces. Su extroversión y carisma cautiva a muchos. Pero esto no suele durar mucho porque detrás de ello está la falta de empatía, el desprecio, el egoísmo y el rencor.
4- Sobrecompensan sus debilidades. Normalmente hablan alto, andan contoneándose, se visten y maquillan de forma que llamen la atención… De esta forma esconden sus inseguridades, ejecutando conductas que muestren su poder.
5- Tienen problemas para crear relaciones. La soberbia y la arrogancia aparta a los demás. No solo porque a nadie le guste estar cerca de alguien que se cree más que nosotros o nos trate con desprecio, sino porque estas personas a menudo piensan que no necesitan a nadie. Ellos mismos se bastan. Aunque lo cierto es que el aislamiento, a la larga nos provoca mucho malestar.
6- No reconocen los errores y no reciben bien las críticas. Para las personas soberbias y arrogantes todo lo que hacen está bien. No se equivocan nunca, y siempre encuentran una justificación para sus errores: “Es que he recibido la información tarde”, “No me lo has explicado con claridad” … Si reciben una crítica, estos actúan a la defensiva y ni siquiera escuchan lo que le están diciendo.
7- Les cuesta pedir perdón. Como las personas soberbias, según ellas no hacen nada mal, tampoco pedirán perdón, ni se disculparán. Para ellos el problema es de la otra persona.
8- Son intolerantes con quienes no son como ellos. Las personas arrogantes critican a los demás rápidamente, enfatizando los errores y puntos débiles de quienes no cumplen sus altos estándares. Necesitan corregir los fallos de los demás, e incluso hacer que los demás fallen para recalcar sus debilidades. Las personas soberbias sólo hablan con aquellos que consideran que merecen su presencia.
Acorde con las características anteriores, los expertos del citado portal hacen recomendaciones para tratar con los soberbios.
Si te dicen algo hiriente, díselo. No te lo calles. Las personas soberbias suelen estar tan pendientes de sí mismos que ni se dan cuenta del daño que hacen.
Remarca que lo que dice es su opinión y que otras personas pueden tener otros puntos de vista, que no tiene la verdad absoluta.
Te interrumpe y sólo habla de sí mismo, dile: “Perdona que te corte, pero me gustaría contarte yo algo”.
Si dice algo arrogante, no temas decírselo, pero sin atacarle y haciendo ver que no era su intención (aunque sí lo fuera): “Eso ha sonado un poco arrogante”, o “Seguro que no querías sonar tan arrogante, ¿verdad?” o “¿Te das cuenta de lo soberbio que ha sonado eso?”.
Ten compasión y paciencia con una persona soberbia, ya que realmente no sabe actuar de otra manera, aseguran los analistas de CogniFit Blog.
¿Usted qué opina?
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