En general, muchos de los conceptos de expertos en psicología, psiquiatría, sociología y otros estudiosos del comportamiento humano coinciden en que el aislamiento social, producto del Covid-19, generará cambios en la salud mental, pero lo que aún está en el limbo es sí serán buenos o malos. Así que toca esperar.
De allí que, paralelamente, a la búsqueda urgente de una vacuna o anticuerpos contra el virus, los Estados van trabajando en planes de acción en el corto, mediano y largo plazo, con base en recomendaciones y parámetros de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para evitar otras pandemias.
Dentro de las estrategias contempladas juegan papel primordial las denominadas ‘líneas de vida’, a través de las cuales especialistas escuchan, evalúan y proceden a recomendar tratamientos, que sí bien vienen funcionando desde mucho antes de la pandemia han tenido que ser reestructuradas debido a la actual coyuntura.
¿Cómo operan? Sinrecato.com averiguó la forma de trabajo de la de Barranquilla (la número 3999999), que viene siendo similar al de otras ciudades, regiones o países, y que presta servicio las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
El eje es la jefatura de Salud Pública, cinco psicólogas, dos trabajadoras sociales y un equipo de respuesta inmediata para situaciones de emergencia; más el apoyo de la Oficina de Gestión Social en Liderazgo con la Primera Dama del Distrito, Silvana Puello.
Tiempo de aislamiento, no de ‘cantaletear’
El promedio mensual de llamadas no es que haya variado mucho y más bien se mantiene. Por ejemplo, el año pasado se atendían 38 llamadas en las que se combinaban diversas situaciones; en la actualidad, son 34, pero con mayor énfasis en los estados de pánico, ansiedad y depresión, de acuerdo con la explicación del secretario Distrital de Salud, Humberto Mendoza.
“Para atender las patologías mentales, presentes en momentos de cambios, ante la declarada emergencia mundial por coronavirus, las psicólogas encargadas de atender la solicitud hacen un primer acercamiento, un diagnostico primario, y brindan los primeros auxilios psicológicos a través de la línea, siguiendo a las directrices internacionales sobre salud mental y apoyo psicosocial en situaciones de emergencia refrendadas por la OMS donde se recomienda proveer estos servicios a varios niveles, desde la asistencia básica hasta la clínica. Además, la atención clínica a la salud mental deben prestarla profesionales especializados en la materia, o bien otros profesionales supervisados por ellos”.
Acerca de los casos más expuestos, pánico, depresión y ansiedad, Mendoza dice que están asociados a los riesgos del momento que se afrontan frente al cambio, “dejando ver que la incertidumbre ante las emociones es prevalente en las situaciones de orden social”.
Agrega que hay personas que pueden responder con mayor intensidad al estrés de una crisis o a los cambios, pero igual es importante no desatenderlas y enfocarse en la pedagogía, en los cuidados y la compañía, sobre todo en las de más alto riesgo, como los adultos mayores y los que presentan enfermedades crónicas; los niños y los adolescentes; y el personal que colabora en las respuestas a la emergencia.
También advierte que tienen cabida las personas con enfermedades mentales, incluidas las que registran trastornos por abuso de sustancias. “De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, las personas que padecen trastornos mentales graves presentan una especial vulnerabilidad durante las emergencias; por ello, requieren servicios de atención a la salud mental que satisfagan sus necesidades básicas”, anota.
Autocuidado mental, el consejo
El funcionario destaca recomendaciones para el control y el autocuidado de la salud mental, con base en la OMS, que la define como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no sólo la ausencia de enfermedad.
“Teniendo en cuenta este referente, en momentos de emergencia mundial por coronavirus debemos centrar los esfuerzos en: Dormir lo suficiente; realizar actividad física; concentrarte en pensamientos positivos; comer saludable; evitar el tabaco, el alcohol y las drogas; hablar con tus seres queridos y amigos a través de las plataformas digitales”, concluye Mendoza.
Sobre el mismo tema opinan dos analistas consultados. El psicólogo Nicolás Salinas, docente de la Universidad Metropolitana de Barranquilla, aconseja crear una rutina funcional y adaptativa, mediante el establecimiento tiempos, que incluyan hasta espacios para enterarse de las últimas noticias, pero con mesura, prudencia y responsabilidad; y el cumplimiento de las obligaciones laborales desde la casa para no caer en la tentación de la sobrecarga.
Entre tanto, el humanista y doctor en ciencia políticas, actual decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma del Caribe de Barranquilla, Julio César Henríquez, señala que la contingencia puede cambiar nuestra inteligencia, si se toma una nueva conciencia de lo vulnerable que es el género humano. Su invitación es a no perder el optimismo.
Expertos alertan sobre la demencia - Sin Recato
•4 años ago
[…] No deje tambalear su salud mental […]