De acuerdo con la sexóloga Mamen Jiménez, una práctica sexual poco habitual, o un comportamiento en el que la fuente de excitación y placer radica en objetos, conductas o contextos que se salen de la norma, se conocen como filias.
En artículo reciente se abordó el tema. Esta vez, se alarga con algunas muy curiosas, raras y otras seguramente las han practicado sin saber su nombre. Aquí dejo este listado para que se animen a disfrutar de una vida sexual #sinrecato:
Acomoclitismo: Excitación por los genitales sin vello alguno.
Agrexofilia: Placer al saber que son escuchados mientras se está en la faena sexual.
Alorgasmia: La excitación que se produce al fantasear con otra persona que no es la pareja mientras se está en pleno acto.
Alosexual: Experimentar atracción sexual hacia otras tendencias, independientemente, de su identidad sexual, bien sea heterosexual, homosexual, bisexual, pansexual.
Amiquesis: Placer al arañar a la pareja durante el sexo.
Amomaxia: Excitación al tener sexo en un carro parqueado.
Anortografofilia: Excitación ante las faltas de ortografía.
Basoexia: Excitación, incluyendo orgasmos, producida, únicamente, por los besos.
Booty call: Sexo libre, sin compromisos y sin reclamos, con el único objetivo de sentir placer.
Capnolagnia: Excitación al ver a una persona fumando.
Dacrifilia: Placer sexual al ver llorar a otra persona.
Facesitting: El acto de sentarse sobre la cara de la pareja.
Flatofilia: Excitación por el olor de las flatulencias de la pareja o los propios.
Fonofilia: Placer y necesidad de escuchar palabras obscenas durante las relaciones sexuales.
Foreplay: Otra forma de llamar al preámbulo. Incluye besos, caricias, sexo oral y todos los juegos previos antes de llegar al clímax.
Harpaxofilia: Excitación al ser robado o atracado.
Hipnofilia: Excitación al observar a personas dormidas.
Heteroflexibles: Puede confundirse con bisexual, que es la persona que se siente atraída por el género masculino y femenino por igual. También llamados flexisexuales o bicuriosos. Aunque son heterosexuales, pueden sentirse atraídos en algún momento por alguien de su mismo sexo.
Karezza: Técnica que permite recuperar la pasión y el erotismo evitando llegar al clímax. Se basa en encuentros físicos prolongados en los que todo se vale para encontrar satisfacción excepto el orgasmo.
Knismolagnia: Otro raro nombre para una filia que consiste en lograr la excitación al hacer o recibir cosquillas.
Kokigami: Es un juego erótico japones que se origina en la aristocracia nipona del Siglo VII y consiste en envolver el pene con un disfraz de papel y mostrárselo a su pareja para que descubra “la sorpresa”. El nombre viene de koki, que significa pañuelo que los actores japoneses alrededor de la cintura para cubrir sus genitales y gami, significa papel.
Morfofilia: Atracción por personas con características especiales, por ejemplo: senos grandes, piel morena, labios gruesos, etc.
Oculofilia: Atracción por los ojos de otras personas.
Oculolinctus: Placer, o excitación, al lamer los ojos de su pareja. Otra moda japonesa.
Oming, o meditación orgásmica: Se trata de una práctica en la que se estimula la parte superior izquierda del clítoris por un lapso de 13 minutos. Algunas mujeres aseguran que el éxtasis puede durar hasta dos días.
Precop: A lo mejor esta palabra no dice mucho. Pero si es: “Amigo con derecho o con beneficio” se entiende. Es tener relaciones sexuales sin una relación sentimental.
Pigmalionismo: Atracción por estatuas o maniquíes.
Retifismo: Fetichismo por los zapatos, acariciarlos, lamerlos, olerlos.
Sex coach: El mundo del coaching se ha expandido al terreno sexual y ya es muy normal que algunas parejas contraten un coach sexual, quienes les dan herramientas para mejorar y erotizar su vida en pareja. Algunos lo hacen a distancia, pero otros lo hacen en tiempo real, en el lugar de la acción.
Spanking: Se traduce como ¡Azótame! Es una forma de expresión sexual en la que ambos disfrutan los azotes durante el sexo. Pueden usar las manos u otros elementos y, por supuesto, es una práctica en la que ambos están de acuerdo.
Lo anterior no puede considerarse bueno o malo de manera tajante. Igual podría ser una alternativa para que las parejas salgan de la rutina, o de esa zona de confort sexual, y crear escenarios más excitantes, novedosos y así disfrutar el máximo en cada encuentro.
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