Los periodistas ‘cazanoticias’, esta vez los de la AFP, que están pendientes de las publicaciones sobre personajes del mundo, no esperaron que se secara bien la tinta del libro de entrevistas del escritor y gastrónomo italiano Carlo Petrini al Papa Francisco para revelar detalles de la conversación.
De seguro, el libro ‘TerraFutura. Diálogos con el Papa Francisco sobre la ecología integral’, lanzado el pasado 9 de septiembre en Roma, trae una variedad de temas, pero las líneas en las que el máximo jerarca de la Iglesia Católica habla de dos placeres, el sexual y el culinario, los opaca.
Las evidencias así lo demuestran en el cable que la reconocida agencia informativa envió a sus abonados para la respectiva divulgación. Cada medio hizo uso de su mejor estilo de titular para ‘atrapar’ hasta los despistados, y luego desplegar, encomillado, lo escrito por Petrini.
“La Iglesia ha condenado el placer inhumano, bruto, vulgar, pero en cambio siempre ha aceptado el placer humano, sobrio, moral”.
“El placer viene directamente de Dios, no es católico, ni cristiano, ni nada por el estilo, es simplemente divino”.
“El placer de comer sirve para mantenerse en buen estado de salud, de la misma manera que el placer sexual sirve para que el amor sea más bello y garantizar la continuidad de la especie”.
Además, el cable informativo asegura que “el Papa se opone categóricamente a una ‘moralidad beata’ que rechace la noción de placer, como ha sucedido en la historia de la Iglesia Católica, porque ‘es una mala interpretación del mensaje cristiano’”.
La revelación de los acuciosos periodistas abrió el debate sobre todo en las redes sociales que, por un par de días, le bajaron el interés a las cifras de cómo va el coronavirus en el mundo.
Un aporte más al debate
De nuestro lado, sinrecato.com para sentirse a tono con el tema invitó a un miembro de la Iglesia Católica en Barranquilla para que explicara lo que ha querido decir el Papa Francisco con esto de los placeres, calificados de “divinos”.
El sacerdote Edward Utria dice que para poder comprender el mensaje del Papa hay que superar dos cosas. Primero, el dualismo platónico, dañino, de alma diferente a cuerpo; el cuerpo como la cárcel del alma, donde están las bajas pasiones y los bajos instintos y deseos del hombre. Y segundo, el alma atrapada en la cárcel del cuerpo que es buena, pura, pero víctima de ese cuerpo reducido al placer y a toda la expresión baja, pecaminosa y carnal.
“Superar eso es superar toda esa mentalidad occidental, erotizada, reducida a un sexo desenfrenado, desordenado, un sexo sin amor, un sexo inhumano, bruto, vulgar, que solamente ve el placer como una forma de pasar por encima de otro para un beneficio propio y punto. El Papa Francisco va a una dimensión mucho más allá, partiendo de un concepto de hombre integral, no separando cuerpo y alma; un hombre que es cuerpo y es alma como un solo ser, como una sola esencia; lo que experimenta, divinamente, el alma lo experimenta el cuerpo, como fruto del amor del alma; el cuerpo expresa la sexualidad misma que es humana, que es moral, que es pura”, subraya el religioso.
Para Utria, es hermoso descubrir la sexualidad como consecuencia misma del amor, que lleva a la procreación. “El sentir que ese hijo fue fecundado, desde el amor, desde la alegría, de la complementación, desde un placer inmenso, que no solo se reduce a lo físico, sino que es el placer de estar con la persona amada”.
El libro es producto de varias entrevistas del gastrónomo, que es un reconocido agnóstico y excomunista de Italia, al Papa Francisco.
Defiende la tesis del Sumo Pontífice en la que afirma que el placer viene directamente de Dios, “no es algo reducido a un catolicismo, a un cristianismo; es simplemente divino, es algo universal es algo que va desde la misma semejanza con la que el hombre fue creado. Esa misma semejanza a Dios, que es felicidad, que es amor que es plenitud. Eso tiene que ser, verdaderamente, la sexualidad, desde una dimensión desde el amor mismo”.
En cuanto al placer de comer, el sacerdote destaca que además de servir para mantener un buen estado de salud, como lo señala el Papa, permite disfrutar de las cosas hermosas de la creación. “La comida es fruto de la creación de Dios”, anota.
“Vemos que la comida está relacionada mucho con el afecto. El Papa habló, precisamente de esa película, El festín de Babette, de esa mujer cocinera famosa que se ganó la lotería y lo que hace es un banquete con todas las personas que en su vida le han ayudado, han estado ahí. Y es lindo eso, cuando alrededor de la mesa se comparte con los seres queridos una buena comida, una comida deliciosa, una comida de las nuestras. Imagínese un sancocho costeño compartido con tantas personas que uno ama; alrededor de una mesa se disfruta una buena comida, unos buenos amigo”.
Y termina aconsejando: “Dejemos de erotizar y hacer pecaminosas todas esas cosas que para Dios son lindas, son hermosas. Él las hizo con amor”.
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