Desde este espacio quiero felicitar a los valientes deportistas colombianos Ángel Barajas, Yeison López, Mari Leivis Sánchez y Tatiana Rentería, quienes llegaron más lejos de lo que imaginaban en los Juegos Olímpicos París 2024 y que siempre confiaron en sí mismos.
Y aunque los olímpicos terminaron el domingo, todavía se respira en el ambiente el espíritu deportivo y la ilusión de los próximos JJOO 2028 en Los Ángeles, Estados Unidos. Aún se sigue celebrando esta fiesta que por casi un mes reúne a atletas de todo el mundo para mostrar su talento y disciplina, que los hace grandes aunque no reciban una medalla o suban al podio.
Esta versión fue muy polémica desde su inauguración, y la realidad es que no era ninguna sorpresa, porque se trata de París. Esta ocasión no podía ser diferente y, con el pasar de los días, se destacaron muchos atletas y muchas historias inspiradoras.
Hoy, les hablaré de la gimnasta norteamericana Simone Biles y no solo porque es una destacada deportista, sino porque tuvo muchos obstáculos que superar para llegar a esta gran competencia.
Simone Biles nació en Columbus, Ohio, el 14 de marzo de 1997. Cuando la atleta tenía tres años, los servicios sociales de Columbus debieron intervenir para rescatarla a ella y a sus tres hermanos de Shanon, una mujer drogadicta y alcohólica. Como era de esperarse, las autoridades le quitaron la custodia de los niños.
Ante esto, el padre de Shanon, Ronald Biles, y su segunda mujer, Nellie, se hicieron cargo de las menores, Simone y Adria. La gimnasta sanó esa herida con su madre biológica y sigue en contacto con ella, sin ningún rencor.
“Cuando era más pequeña, me preguntaba qué habría sido de mi vida si no hubiese pasado nada de esto. A veces todavía me pregunto si mi madre biológica se arrepiente y querría haber hecho las cosas de manera diferente, pero evito plantearme estas preguntas porque no las tengo que responder yo”, expresó la gimnasta.
Pero como la misma Biles lo cuenta, su vida fue muy diferente, y desde los 6 años empezó a practicar gimnasia. En los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, Brasil, ganó medalla de oro en los ejercicios de salto, suelo, concurso completo, por equipos y ganó bronce en la viga de equilibrio.
Mientras su vida deportiva estaba llena de muchas rosas, su vida personal se tornaba espinosa. En enero de 2018, fue víctima de abuso sexual, cometido por el médico del equipo estadounidense de gimnastas, Larry Nassar, quien fue condenado a varias décadas de cárcel por abusar de al menos 265 gimnastas durante los años que trabajó en el equipo.
En ese momento, la joven expresó todo lo que sentía: “Últimamente, me he sentido quebrada y cuanto más trato de apagar la voz en mi cabeza, más fuertes son los gritos. Ya no tengo miedo de contar mi historia”, así lo expresó junto a otras mujeres que hicieron denuncias a través de la campaña #MeToo.
Pese a esta terrible experiencia dijo que no iba a doblegar su espíritu o su exitosa carrera:
“Me he prometido a mí misma que mi historia será mucho más grande que esto y les prometo a todos ustedes que nunca voy a darme por vencida. Me encanta este deporte demasiado y nunca he sido cobarde. No dejaré que un hombre y los otros que lo permitieron roben mi amor y alegría”.
En los Olímpicos 2021 de Tokio, Japón, Simone Biles era la gran promesa para llevarse muchas medallas para su país, sin embargo, en un giro sorpresivo, decidió retirarse sin tener una lesión visible, pero reconoció que no estaba mentalmente preparada para la competencia.
“Simplemente, creo que la salud mental es más importante en los deportes en este momento. Tenemos que proteger nuestras mentes y nuestros cuerpos, y no solo salir y hacer lo que el mundo quiere que hagamos”.
Y aun no estando en su mejor momento anímicamente, logró ganar dos medallas en los Olímpicos de Tokio: una de plata y una de bronce.
Biles, con sus 1.42 cm de altura, se ha destacado por un salto que mostró por primera vez en 2013, convirtiéndose en su marca personal, tanto así que lleva su nombre.
“El Biles” es un doble salto mortal o dos vueltas con el cuerpo en plancha, es decir, completamente extendido. Pero en la última vuelta, antes de terminar su segundo mortal, ella hace un giro en otro eje izquierdo o derecho y cae de pie.
La gimnasta está casada con Jonathan Owens, un jugador profesional de fútbol americano en la NFL. Se conocieron a través de una aplicación de citas en marzo de 2020. En febrero de 2022 se comprometieron y, posteriormente, se casaron en abril del 2023.
Hoy la vida le sonríe a Simone, hace lo que le apasiona, está felizmente casada y llegó a los Juegos Olímpicos de París 2024 arrasando, al ganar 3 medallas de oro y 1 de plata. En la actualidad, cuenta con 11 medallas olímpicas: 7 de oro, 2 de plata y 2 de bronce.
“No soy el próximo Usain Bolt o Michael Phelps, soy la primera Simone Biles”, afirma la deportista con una gran sonrisa.
No Comments