Suele parecer una situación intrascendente, pero es recurrente y va en incremento. ¿A quién no le ha ocurrido que va a abordar un ascensor y justo llega otra persona que ni siquiera expresa un “buenos días, o “buenas tardes”, o “buenas noches” por simple cortesía? Eso me llevó a buscar algo para recordar viejos modales que sirvieron para moldearnos a muchos.
Los encontré con algo de nostalgia en el portal web de Selecciones Reader ’s Digest. La nostalgia es que en mi época de juventud no perdía oportunidad para leer la revista impresa en su singular formato pequeño y me hizo recordar un episodio de un amigo izquierdoso que cuando me vio con ella en la mano me cuestionó: “¡Huy qué, leyendo propaganda gringa!, simplemente le respondí: ¡Ve a joder a otra parte, llénate de requisito antes de criticar!
Bajo el título ‘Modales que los padres están olvidando enseñar a sus hijos’, la autora Charlotte Hilton, recoge algunos que pasaron al baúl de los recuerdos, luego de entrevistar a expertos. Cita a la fundadora de Mannersmith Etiquette Consulting, Jodi R. R. Smith, quien destaca la importancia de que los padres les enseñen a sus hijos las buenas normas de comportamiento social, “ya que les ayuda a tener más éxito en la vida y establece un tono cívico en la sociedad”.
Smith aporta cinco pasos para la enseñanza, sin necesidad de ‘pelear’ con los hijos:
1.-Practica en casa. Prepara a los niños con anticipación para diferentes situaciones para que no se sorprendan en el momento.
2.-Ten expectativas apropiadas para su edad. Conoce lo que tu hijo es capaz de aprender y hacer en cada etapa de la vida. Los padres a menudo se sorprenden de lo que sus hijos pueden manejar cuando se les da la oportunidad.
3.-Pon un buen ejemplo. Los niños son los mejores imitadores, así que ten cuidado con tus propios modales, incluso si crees que no están mirando.
4.-Sáltate amenazas y castigos. No funcionan y el refuerzo positivo es más efectivo a largo plazo. Usar amenazas es una señal de que podrías ser un padre tóxico.
5. Mantén la conversación en marcha. Asegúrate de que tus hijos sepan que siempre pueden acudir a ti si tienen preguntas.
Más adelante Hilton procede a desempolvar modales olvidados (pero antes un paréntesis: Es casi similar a los que leía uno en la vieja ‘Urbanidad de Carreño’, una especie de tratado que era básico en muchas escuelas de Latinoamérica), estos son:
Saber cuándo apagar el teléfono. “La mayoría de los niños tienen su propio teléfono o acceso inmediato al de sus padres, lo que significa que se les debe enseñar la etiqueta del teléfono celular tan pronto como tengan la edad suficiente para sostener uno”, aconseja Adeodata Czink, experta en etiqueta y fundadora de Business of Modales.
Decir “de nada”. Recordar decir “por favor” y “gracias” es un gran comienzo, pero también debes enseñarles a tus hijos cómo aceptar cortésmente un agradecimiento.
Pequeños actos de servicio, como recoger artículos caídos o dejar que alguien sea el primero en la fila son muy útiles. Por supuesto, enséñales a hacerlo de manera segura, cuando un adulto que conozcan esté presente, y no los obligue a interactuar con extraños con los que se sientan incómodos.
Decir “gracias” a los trabajadores es la base de todos los buenos modales, pero en estos días muchos niños (¡y adultos!) pasan por alto agradecer a las personas que los ayudan de muchas maneras todos los días.
Ceder su asiento a un asiento a una persona mayor o embarazada solía ser un lugar común, pero en estos días muchas personas priorizan la comodidad de sus hijos sobre los demás. A menos que sean muy pequeños o estén enfermos, la mayoría de los niños son perfectamente capaces de permanecer de pie durante un período de tiempo.
Confirmar la asistencia a un evento es importante para que el anfitrión pueda prepararse, según Maryanne Parker, entrenadora de etiqueta profesional y autora de Manor of Manners.
Esperar a que todos estén sentados y servidos. Ya sea que esté cenando en casa o en un restaurante, la etiqueta adecuada sigue siendo esperar.
Usar sus voces interiores. Llorando, riendo o simplemente hablando, los niños pueden ser muy ruidosos. Un padre debe enseñarle a su hijo desde el principio cómo moderar su volumen y tono según la situación.
Hablar por turnos. Los niños interrumpen por naturaleza, pero si bien su deseo de atención es normal y apropiado, su necesidad de obtenerla a expensas de los demás en la conversación no lo es. “Enséñale a tu hijo a tocar tu brazo y luego a esperar pacientemente a que lo reconozcas antes de hablar”, señala la experta.
Hacer observaciones educadas. Para Lisa Grotts, experta en etiqueta, fundadora de Golden Rules Gal, es válido que un niño pregunte a un adulto algo que le inquieta o le llame la atención, “sin embargo, se les debe enseñar que sus palabras impactan a los demás y pueden herir sentimientos al comentar sobre la apariencia de las personas”.
Cubrir la tos o el estornudo. En estos días es más importante que nunca enseñar a los niños a toser o estornudar en un pañuelo desechable o en el codo, dice Grotts. No es solo una cuestión de higiene, sino que también es una forma de ayudar a los demás a sentirse seguros y cómodos a su alrededor.
El listado es más largo, pero termino con: Presentarse. Muchos niños se resisten a hacer contacto visual o hablar con personas que no conocen y necesitarán que se les enseñe cómo saludar a los demás con cortesía. “La forma ideal de presentarse es hacer contacto visual, extender la mano para saludar y sonreír cálidamente”, dice Grotts, y agrega que esto es cierto para niños y adultos.
Y estar a tiempo. Aunque los niños no pueden conducir, pueden y deben aprender la importancia de estar preparados y a tiempo. “No solo ayudará a que su día transcurra sin problemas, sino que es una señal de respeto hacia sus compañeros, maestros y miembros de la familia”, concluye Grotts.
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