La penetración anal, o sodomía, está llena de tabúes, pues se considera como una práctica exclusivamente homosexual. De acuerdo con estudios de la doctora Kat Van Kirk, sexóloga clínica y terapista de pareja y familia, cada vez más heterosexuales sienten el deseo de experimentarla.
La socióloga francesa Janine Mossuz- Lavau, autora del libro ‘La vida sexual en Francia’, revela que, para muchos hombres, el sexo anal es tan excitante, por las sensaciones que provoca: “es más íntimo, estrecho e intenso”. Encuestados dicen que:” tenían la sensación que su esposa se convertía en su amante cuando aceptaba este tipo de relación”.
¿Por qué algunas mujeres no se animan a practicarlo’? La principal razón es porque lo asocian al dolor, aun cuando nunca lo han hecho. Se dejan llevar por las experiencias de sus amigas y nada se puede experimentar en cuerpo ajeno.
La doctora Van Kirk recomienda:” empezar lentamente, masturbando y penetrando poco a poco con los dedos u otros juguetes pequeños para distender el músculo y si estimula su clítoris al mismo tiempo que empieza la penetración anal, la respuesta al placer va a minimizar el dolor”.
Si su pareja le pide su “anillo”, usted está en todo su derecho de aceptar o negarse, pero no piense que vive con un pervertido o un sádico. Si es o no placentero, sólo puedes saberlo, si lo hacen.
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