Por invitación de una amiga psicóloga, asistí a la Primera Jornada Caribeña de Psicología de la Sexualidad. Reitero, no soy sexóloga, soy una periodista que escribe y habla de sexo y como me apasiona el tema, me pareció la oportunidad de ganar conocimiento.
La sexualidad humana seguirá siendo objeto de estudio por muchas razones: Los tiempos modernos, la manera de relacionarnos y los avances tecnológicos. Un término que me causó curiosidad fue ‘El Efecto Coolidge’, llamado así en honor al presidente de EE.UU Calvin Coolidge (1923-1929).
“Es el fenómeno en el que la gran mayoría de mamíferos de cualquier sexo, experimentan un alto y continuo rendimiento sexual cuando aparece un nuevo compañero sexual, con el que aparearse”, explica el psicólogo Juan Armando Corbin.
En los humanos se entiende cuando una persona puede estar cansada de mantener relaciones sexuales con su pareja, pero puede excitarse fácilmente con otro compañero sexual. La razón es que una gran cantidad de dopamina desciende con la pareja debido a la monotonía, pero que aumenta con el nuevo compañero sexual.
El Efecto Coolidge inicialmente se demostró con ratas. En una caja se metió un macho con varias hembras con las cuales se apareaba hasta quedar saciado y perder el interés. Al meter una nueva hembra en la caja, ésta activaba el interés sexual por parte del macho. Esto pasa porque el circuito neuronal dopaminérgico del área del refuerzo se ‘prende’ con la presencia de un nuevo compañero sexual.
Al tener sexo con nuestra pareja durante mucho tiempo, nuestros circuitos se acostumbren a las dosis de dopamina, como pasa con el consumo de drogas. Quiere decir que luego de un tiempo, se necesita aumentar la cantidad para tener el mismo efecto. La nueva pareja sexual aumenta la dopamina de nuevo, provocando un mayor éxtasis
Hay una historia muy curiosa, alrededor del término. De acuerdo con la historia el presidente de los EEUU Calvin Coolidge y su esposa, en una visita a Kentucky. Empezaron a recorrer una granja pero lo hicieron por separado. Cuando la señora Coolidge pasó por el gallinero, le preguntó al guía la frecuencia con que los gallos ‘montaban’ a las gallinas y le respondió: “Decenas de veces al día “. Ella quedó impresionada y le dijo: ” Por favor, dígaselo al Presidente,
El presidente le preguntó al guía: “¿Pero es siempre con la misma gallina?”. Y este respondió: “¡Oh, no, señor Presidente, una diferente cada vez “. El presidente sonriendo le dijo: “Dígale eso a la señora Coolidge, por favor”.
En las parejas que llevan muchos años juntos puede producirse un proceso de habituación-saciación y es probable que la sensación de gratificación sexual se reduzca con el paso del tiempo. Además, rutinas sexuales muy rígidas, no ayudan a superar este problema, sino que lo aumentan.
“Lo ideal es experimentar nuevas posiciones, fantasías y juegos que nos hagan volver a sentir tan excitados como la primera vez”, afirma el psicólogo Corbin.
La pregunta es : Si los humanos somos polígamos o monógamos? y si este efecto sirve para justificar la infidelidad ?
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