Después del libro de ‘Las 50 sombras de Grey’, de E. L. James, el término sexo vainilla se hizo muy popular porque en el mundo bondage o sadomasoquista, vainilla es un sabor común. Sin embargo, es una tendencia que tiene sus defensores y que para nada les resulta aburrido practicarlo.
“Practicarlo o no es una elección de pareja. Cada quien elige lo que lo satisface porque, como sabemos, el placer es subjetivo. Lo importante es que la pareja se ponga de acuerdo, que hablen sobre lo que quieren, lo que les gusta y lo que disfrutan”, asegura la doctora Frauky Jiménez, psicóloga clínica especialista en terapia de pareja y salud sexual.
Para ella, no existe el buen sexo ni el mal sexo. El placer y una sexualidad satisfactoria dependen de lo que cada quien disfruta. Y para no caer en el aburrimiento o la rutina es importante comunicarse con tu pareja, escuchar sus inquietudes y hablar abiertamente de lo que le gusta y lo que no al momento de tener sexo.
Sorprende a tu pareja tomando la iniciativa. El motor de la sexualidad es el erotismo y no la penetración. Así que crea un ambiente en el que descubras sus reacciones a tus caricias y besos en los lugares no explorados.
En la variedad está el placer, de eso no hay duda. Por eso sigue disfrutando de tu rico helado de vainilla pero de vez en cuando aderézalo con chispas de chocolate o una salsa de caramelo.
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