El sexo nos brinda muchas posibilidades. Así que hablé, en esta ocasión, con una sumisa para que contara su experiencia en el mundo BDSM (Bondage Sadomasoquismo).
Émile Sucubo, una joven venezolana, soltera y veterinaria de profesión, quien vive en Medellín desde hace dos años.
“El bondage es sinónimo de inmovilizar, puede ser con correas, cintas, esposas, corbatas o cuerdas con fines eróticos”, expresó Émile. El “sadismo es disfrutar al generar dolor o angustia a otra persona y el masoquismo es su contraparte, disfrutar del dolor físico o emocional”, explicó.
Son prácticas consensuales en las que ambas partes hablan de sus deseos y sus límites para no causar un verdadero daño y, por ello, se usa una palabra de seguridad que al pronunciarse todo el juego se detiene.
“Desde los 20 años experimenté, por primera vez,una práctica BDSM. Siempre fui muy curiosa del tema, había leído mucho y conocía personas con experiencia, con las que podía hablar del tema”, comentó.
Émile contó también que hay un universo de posibilidades, algunas incluyen inmovilizaciones, otras no tienen nada que ver con dolor, o con sexo necesariamente y algunas incluso no son físicas. “Como expliqué cada pareja establece parámetros sobre sus gustos y deseos, que practicas disfrutan, cuales quieren explorar y cuales son su límite. Cada quien elige cómo desea vivirlo”, dijo.
Cuando le pregunté por ‘Las 50 sombras de Grey’, sonrió y comentó: “Esta película impone una imagen falsa y fantasiosa de lo que en realidad es el BDSM; es mucho más amplio y profundo que lo que quiso recrear el libro. Lo que lo hace interesante es la parte del contrato porque demuestra que es algo consensuado. Generalmente el acuerdo suele ser más casual, sin tantos papeles y abogados, aunque es sumamente valioso y respetado, que el trato sea verbal o escrito”.
Hay amo o ama, sumisa o sumiso; switch, esclavo o esclava; spanker o spankee; daddy o mommy; Little; rigger; rope; bunny;, pet; y la lista es interminable. Hay muchos términos y tipos de relaciones, depende de con que se sientan identificados.
“No todos los dominantes, o amos, son acosadores millonarios y traumados ni las sumisas son mujeres inseguras, todo lo contrario. Las sumisas debemos ser fuertes y lo suficientemente empoderadas para saber lo que queremos y buscarlo y entender nuestra sexualidad. El deseo de ser dominada por la pareja nada tiene que ver con nuestra posición en la sociedad”, afirmó Émile.
Y aunque ha tenido muchas experiencias buenas, lamentablemente, predominan las malas. Contó que toma un tiempo para una sumisa novata entender la diferencia entre un dominante real, que te va a cuidar a una que te va a hacer daño o manipular. “Sin embargo, los consejos de sumisas con más experiencia y las propias, uno aprende a diferenciar y estos malos momentos van disminuyendo”.
“Conocí a un amo celópata, manipulador y controlador de todas mis interacciones sociales. Lo dejé a tiempo. A toda sumisa novata le recomiendo que se rodee de amigas sumisas y dominantes de confianza para aclarar dudas y no caer en relaciones abusivas”, recomendó.
“Cada vez que vivo algo en el BDSM aprendo sobre mí y disfruto mucho por los momentos. En especial, disfruté la suspensión con cuerdas, que realicé hace poco”, anotó.
Una sumisa muchas veces la toman como una mujer débil, de baja autoestima o machista. Por eso a las mujeres que quieren entrar en este mundo, según la experiencia de Émile, es que lean mucho, que experimenten también solas.
“Que si algo no se siente bien, no te da placer o no lo disfrutas, no tienes que hacerlo. Una sumisa complace por placer, aun así no a todas les gusta el dolor o ser amarradas por ejemplo, de la mano de un buen guía los miedos y límites se van superando. Lo más importante es que nadie te haga sentir mal por algo que de verdad no quieras hacer. Lo mismo pasa con las personas que te hacen sentir mal o no te generan confianza, es mejor irse sin dudarlo. Si te atrae el BDSM y prácticas poco convencionales, no dudes en vivirlas”, concluyó.
Si quieres conocer más del mundo BDSM sigue la cuenta de nuestra invitada: @EmileSucubo en Twitter.
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