Los adolescentes deben recibir entrenamiento en su vida erótica. Así lo considera el psicólogo y sexólogo José Manuel González en una de sus recientes columnas de reflexión profesional (*) y que a continuación compartimos en el espacio mensual que le cedemos a él, nuestro invitado.
“Esta semana volví a conocer otro caso cercano de una adolescente con un embarazo no planificado. Como ha ocurrido en los cientos de casos que he conocido a través de mi vida, pensé: —¿Por qué esta familia le ha hecho tanto daño a su hija adolescente? —.
Generalmente los padres y las madres de una adolescente embarazada le recriminan a su hija y sugieren que ella le ha hecho un daño a la familia. La acusan por lo general de la situación como la única culpable de llevar un hijo en su vientre.
Sin embargo, esa idea no es cierta, un embarazo no planeado en una adolescente es el resultado de muchas variables, pero una trascendental tiene que ver con la deficiente educación que recibió de sus padres, quienes fallaron en su obligación de enseñarle a manejar responsablemente su vida erótica para que no tomara decisiones erradas con relación a su sexualidad.
Las adolescentes no nacen con ese entrenamiento y deben recibirlo en su hogar.
Las investigaciones muestran que en los hogares donde no se habla de la sexualidad (el amor de pareja, las caricias, los besos, los deseos eróticos, la excitación sexual durante el noviazgo, la masturbación, los aspectos positivos y negativos del noviazgo, las relaciones sexuales, las mentiras de la pornografía, la responsabilidad sexual, los métodos para regular la fertilidad, las presiones sexuales del grupo de amigos y amigas, el inicio de la vida sexual activa y las infecciones de transmisión sexual, etc.) es donde con más probabilidad se producen los embarazos no planificados.
Cuando los padres emplean el método de educación sexual llamado técnica del silencio (que consiste en NO conversar sobre los diferentes temas sexuales con las hijas y los hijos) están preparando a sus descendientes para que se metan en líos, como las infecciones de transmisión sexual o los embarazos no deseados o los peligrosos abortos a escondidas de sus padres.
Claro que existen otros factores que facilitan los embarazos no deseados en las mujeres adolescentes, como lo es la pobreza. Las investigaciones muestran que esta relación se da en las dos direcciones: la pobreza facilita el aumento de los embarazos no deseados y los embarazos no deseados facilitan el aumento de la pobreza.
También es importante la influencia de los videos pornográficos y de las canciones que llamamos pornografía auditiva. Ambas influyen en la gente joven que no ha recibido una adecuada educación sexual con ideas absurdas y peligrosas sobre lo que es la vida sexual. No es de extrañar que bajo esas orientaciones se cometan muchas irresponsabilidades que terminan afectando drásticamente la vida de esas personas.
Para terminar, quisiera recordarles que hace poco el DANE publicó las cifras de embarazo infantil y adolescente, y el diagnóstico es preocupante. En el segundo trimestre (abril, mayo y junio) de 2021 hubo un incremento del 22,2% de los nacimientos con madres menores de 14 años, en comparación con el mismo periodo de 2020. Esto quiere decir que mientras en ese periodo de 2020 hubo 946 nacimientos, este año hubo 1.156. En el caso de nacimientos con madres entre 14 y 19 años también ocurrió algo similar.
Si tú tienes hijas adolescentes me gustaría invitarte a que reflexiones sobre la educación para la vida sexual que les has dado, ¿Crees que tus hijas están preparadas para tomar decisiones responsables sobre las situaciones eróticas que en el mundo de hoy le rodean cotidianamente?”.
(*) Tomado Revista Miércoles, El Heraldo
No Comments