El sexo seguirá siendo un tabú mientras no entendamos que hace parte de la vida de todos los seres humanos. Es que, si lo piensan en términos prácticos, todos estamos aquí producto de una relación sexual; no hay misterio.
El sexo hace parte de la vida; obviamente, no todos pueden vivirlo o sentirlo igual. Pero hay algo que estará siempre ligado al sexo: El morbo y la curiosidad, cuando de algunos personajes se trata y más cuando rompen con reglas convencionales.
Hoy les hablaré de algunas reinas que a lo largo de la historia se destacaron no solo por su personalidad sino por sus desenfrenos sexuales #sinrecato:
Isabel II de España: De acuerdo con historiadores, la primera monarca que dominaría políticamente la España del siglo XIX. Su matrimonio fue arreglado cuando ella tenía 13 años y su primo era abiertamente homosexual. Por lo que tuvo una lista de amantes, entre los que se destacaban algunos oficiales.
La historiadora Isabel Burdiel comenta: “Isabel II no fue una ninfómana, simplemente estuvo mal casada. Es cierto que tuvo muchos amantes, pero eso era habitual entre la aristocracia y la realeza de la época.
Cleopatra: La reina de Egipto veía el sexo como una herramienta en política exterior. Los historiadores confirman que muchos de sus excesos sexuales en ocasiones eran motivados como campaña de desprestigio en su posición de Faraona. Sus más famosos amores fueron los emperadores Julio Cesar y Marco Antonio.
Considerada una maestra en la felación (sexo oral), ganándose algunos apodos como “Merichane” que quiere decir. “la boca de diez mil hombres” o “Chelion” que quiere decir la de labios gruesos. De ahí surgió la leyenda que en una noche les practicó sexo oral a 100 oficiales romanos y que luego eyacularon en una copa de oro y para que ella tomara su semen.
María Antonieta de Austria: Fue la última reina de Francia antes de la revolución y algunos expertos la describen como: Inteligente, hermosa, frívola y libertina. Se casó a los 14 años con el rey Luis XVI y aseguran que desde el comienzo tuvieron problemas en su intimidad; ella, al parecer, tenía una vagina estrecha y él tenía problemas en su pene, lo que frustró y desencadenó una promiscua vida sexual de los jóvenes reyes.
Los historiadores hablan de sus relaciones lésbicas con la princesa de Lamballe y la duquesa de Polignac. María Antonieta será recordada como un ícono revolucionario de la moda y por sus escándalos. Fue juzgada y condenada por traición y murió decapitada.
Luisa Isabel de Orleans: Sus problemas de comportamiento no tenían un nombre en esa época, pero la reina padecía de Trastorno Límite de Personalidad (TLP), lo que explicaba su extravagante comportamiento. No comía en público porque le gustaba comer compulsivamente dulces, ensaladas, comidas frías y tomaba en exceso, especialmente, vino y cerveza.
No se bañaba con frecuencia, no usaba ropa interior, ni zapatos. Era normal que anduviera desnuda paseándose por los jardines del palacio o jugando con las damas de compañía. No tenía reparos en tener relaciones con cualquier miembro de la servidumbre o de la corte. Sus últimos años fueron los peores porque tenía problemas de insomnio y de obesidad.
Catalina La Grande: Catalina II de Rusia, llamada la Grande, es una de las mujeres más influyentes de la historia contemporánea. Su intención siempre fue la de mostrar a Rusia como una nación moderna y refinada.
La zarina inició una revuelta contra su esposo, el zar Pedro III, quien moriría en la cárcel de manera sospechosa a solo 186 días después de ascender al poder, sin que pudiera celebrar su ceremonia de coronación. El gran duque Pedro III, además de alcohólico, no respetaba las costumbres rusas y además tardó en consumar su matrimonio con Catalina.
Sin embargo, este detalle lejos de ofender a la zarina, de acuerdo con historiadores, en varias cartas expresaba: “El gran Duque era indiferente para mí, pero la corona de Rusia no lo era. Y había algo que me hacía creer que yo llegaría tarde o temprano a ser emperatriz de Rusia”.
Inició tórridos romances con distintos miembros de la corte. Se llegó a rumorar que la zarina contó con más de mil amantes e incluso se dice que su amiga la condesa Praskovia Bruce, era la “catadora de amantes” de la emperatriz. Después de la II Guerra Mundial se descubrió una habitación erótica, llena de juguetes sexuales y decorada con elementos pornográficos.
Isabel Báthory: Conocida como la condesa sangrienta. Dicen los historiadores que quería ser joven por siempre y se hacía baños de sangre de doncellas jóvenes para así nunca envejecer.
La condesa era bisexual y una de sus tías, Karla Bathory, la invitaba a sus orgías, lo que provocó en ella un nuevo despertar sexual que la impulsaba a abusar sexualmente de sus criadas, a quienes castigaba si no mostraban entusiasmo durante las relaciones sexuales. La historia la califica como despiadada al asesinar más de 650 jóvenes y de no mostrar el mínimo arrepentimiento.
He ahí una muestra de la fogosidad sexual de varias de reinas de alcurnia en el continente europeo, cuna de la buena educación.
No Comments