Explorando en la ‘selva’ de artículos sobre educación sexual para compartir con ustedes, tropecé con uno que, desde el punto de vista de títulos ‘atrapa curiosos’, no pasa desapercibido porque empieza con un término poco usual, procrasturbación.
¿Y qué es?… la respuesta está después de dos puntos seguidos: “La nueva forma de tener sexo asociada al teletrabajo”, según la autora del trabajo, la periodista española especializad en temas afines con la salud, Joanna Guillén Valera, siendo el eje la tendencia laboral que puso de moda, aunque en muchos casos de manera obligada, la pandemia del Covid-19.
Aunque Guillén advierte que los efectos de la pandemia pueden positivos o negativos, todo depende de la manera como se haya manejado el impacto, luego de recopilar resultados de estudios y encuestas, y opiniones de expertos en la temática.
En eso estoy de acuerdo con la periodista, pues he leído artículos en los que sus autores aseguran que el confinamiento disparó el rompimiento de matrimonios por diversas razones, entre ellas la intolerancia y la rutina, incluyendo el asunto sexual; otros, en cambio, destacan el reencuentro afectivo de familias y de parejas en conflicto.
“Entre otras muchas cosas, la pandemia ha supuesto un aumento del teletrabajo. Esta nueva rutina laboral puede ser positiva o negativa para las relaciones de pareja, incluida la sexual, ya que ofrece más tiempo, pero también menos intimidad”.
Joanna, articulista del portal CuídatePlus, reseña el punto de vista de la presidente de la Federación Española de Sociedades de Sexología, la ginecóloga y sexóloga, Francisca Morelo, quien sostiene que el tema se evaluó en varios países, evidenciándose “que las parejas que convivían juntas durante el confinamiento y que tenían buena relación aumentaron la frecuencia y la satisfacción sexual”, cuando antes no tenían tiempo ni para besito.
Además, Guillén cita los resultados de una encuesta de Yellow Octopus, aplicada a más de 1.000 empleados en Estados Unidos, Australia, Reino Unido y Canadá, que “uno de cada cuatro empleados que trabajaban desde casa tenía sexo en horario laboral, concretamente, uno de cada tres hombres y una de cada cinco mujeres se masturbaba mientras teletrabajaba”.
Al tiempo, en España, según un estudio de la firma Platanomelón, “un 24% de hombres y un 19% de mujeres asumen masturbarse en medio de su jornada laboral, una acción que tiene un nombre, procrasturbación. Esto es la masturbación en horario laboral, otro de los efectos de permanecer la jornada laboral entre las paredes de nuestra casa.
Y refuerza lo anterior con aseveraciones de dos ‘sexual coaches’, Anel Martínez y Andrés Suro, convencidos de que “el teletrabajo ha mejorado mucho la vida sexual de los españoles (en solitario o en compañía) algo que, a su juicio, “tiene consecuencias muy positivas ya que aumenta la calidad de vida y el fortalecimiento de las relaciones personales, lo que repercute en una mayor productividad laboral”.
Puedo asegurarles que hasta ahí hay un interesante resumen de lo positivo que destaca Guillén en su trabajo, pero en párrafos finales, en aras del equilibrio, dice que hay aspectos negativos producto de una ‘mala gestión’, según expertos consultados que aseguran que trabajar desde casa puede provocar:
Menos probabilidades de tener fantasías o sexo con otras personas: Al tener menos contacto con otras personas, recibimos menos estímulos para establecer vínculos sociales y eróticos.
Poco tiempo de calidad: Pasar más tiempo en casa equivale a pasar más tiempo con nuestra pareja, lo cual no siempre es bueno, ya que puede llegar a atraer conflictos.
Dificultad para diferenciar el trabajo de la casa: El teletrabajo promueve que las conversaciones giren en torno a nuestra vida laboral y esta práctica hace que nos cueste diferenciarla de nuestra esfera personal. Esto puede hacer que el erotismo desaparezca.
Pasar demasiado tiempo juntos: Si los dos miembros de la pareja teletrabajan puede hacer que no exista un espacio personal para cada uno de ellos y provocar discusiones.
De lo anterior se desprenden los siguientes consejos que da la sexóloga Nayara Malnero, consultad por Joanna Guillén:
1. El espacio de trabajo es importante. Es fundamental acotar un espacio cómodo, ordenado y donde podamos concentrarnos dentro de casa y dedicarlo al trabajo.
2. Es importante delimitar el espacio laboral y el espacio personal. Si no tenemos una habitación independiente que nos sirva de despacho, podemos separar los espacios con un biombo o con una cortina. La idea es no ver el lugar de trabajo mientras hacemos otras cosas, como disfrutar del sexo con la pareja.
3. Es fundamental no tener horarios infinitos ni desconexión constante. Debe haber un equilibrio.
4. Evita la multitarea, siempre de uno en uno.
5. Es importante respetar tanto el espacio individual y como el espacio en pareja.
Bueno, ahí les dejo para que reflexión durante la semana.
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