El alma del hombre se parece al agua
Goethe
Eres agua condensada
ternura que cae en una lágrima
Cada gota es una lanza que traspasa mi iris
para hallarnos en la luz de los cuerpos
Ibas por la vida sin trascender la carne
En mis ojos aprendiste el lenguaje del otro
a recorrer la piel
oler la piel
escuchar en la piel
más que latidos afanosos
Agitaste la hondura del agua
hallaste mis secretos
Tus ojos de asombro fueron luz
En lo que creías piedra descubriste lluvia
En mi boca te hice mar.
Poeta invitada: Dina Luz Pardo Olaya.
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