Aquellos que fueron vistos bailando
fueron considerados locos
por aquellos que no podían
escuchar la música.
Friedrich Nietzsche
Bailar
solo bailar
en la boca de la lluvia
en la noche del silencio
en los veranillos solitarios.
Bailar una
dos veces
con la carne en fuego
con los rostros sellados de agua.
Bailar
solo bailar
de pie
en la cama
en la cocina
en las rocas
al vino tinto
o a pico de botella
sin prisa.
Bailar
al borde del incendio.
Poeta invitada: Dina Luz Pardo Olaya
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