Poca trascendencia tuvo en Colombia una reciente alerta que hizo el presidente Gustavo Petro Urrego, el pasado 12 de agosto, a través de un largo trino en su cuenta personal: “El gobierno debe prepararse a contrarrestar el consumo de fentanilo en nuestra juventud”.
A renglón seguido anunció “la instalación de puestos civiles de detección gratuitos y libres para consumidores en zonas de rumba y la pedagogías sobre los efectos mortales de esta droga deben ser el centro de una estrategia de salud pública. Al fentanilo lo esconden en otras drogas para garantizar la adicción del consumidor”.
Petro dedujo lo anterior luego de explicar, desde su óptica, el desplome de los precios y consumo de cocaína, heroína, morfina, marihuana, entre otros narcóticos en el mercado de Estados Unidos, desplazados por el fentanilo, por lo que la ilegal industria en Suramérica está colonizando otras rutas, desde una región limítrofe con Ecuador, para buscar nuevos mercados en Europa y Asia.
Dejo de lado otros detalles que da el Presidente para ampliar más lo del fentanilo, que con solo el calificativo que le dan expertos en narcóticos pone los pelos de punta: “La droga más peligrosa del mundo”, dentro del ranquin de 10, y que hoy hace estragos en adictos en el país del norte.
El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, CDC, apéndice operativo del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, ilustra todo lo concerniente a este producto adictivo.
“El fentanilo es un opioide sintético que es hasta 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina. Es un importante factor contribuyente a las sobredosis mortales y no mortales en los EE. UU.”, manifiesta el escrito.
A continuación, explica que “hay dos tipos de fentanilo: el fentanilo farmacéutico y el fentanilo fabricado ilícitamente. Ambos se consideran opioides sintéticos. El fentanilo farmacéutico es recetado por los médicos para tratar el dolor intenso, especialmente después de una operación y en las etapas avanzadas del cáncer”.
En cuanto al segundo, el ilícito que es el que está haciendo desastres, porque sus efectos son similares a los de la heroína, pero mucho más potentes, se anota: “Con frecuencia se añade a otras drogas debido a su extrema potencia, lo que hace que las drogas se vuelvan más baratas, más potentes, más adictivas y más peligrosas”.
En el mercado de estupefacientes, el fentanilo se encuentra en polvo el cual es combinado con otras drogas como heroína, cocaína, entre otras, dándole forma de pastilla; mientras que el líquido que se puede encontrar en aerosol nasal, gotas para los ojos o aplicado en gotas en papel o en golosinas pequeñas.
El CDC advierte que, por sobredosis del fentanilo mezclado con otras drogas, en Estados Unidos mueren, en promedio diario, 150 personas. Y los nombres populares, o callejeros, como se consigue: Apache, Dance Fever, Friend, Goodfellas, Jackpot, Murder 8 y Tango & Cash. Dos miligramos que consuma una persona son suficientes para producirle la muerte.
Dentro de los signos de una sobredosis están: Pupilas pequeñas, contraídas, como de punta de alfiler; quedarse dormido o perder el conocimiento; respiración lenta, débil o sin respiración; sonidos de atragantamiento o gorjeos; cuerpo flácido; piel fría o húmeda y pegajosa; y manchas en la piel, especialmente en los labios y las uñas.
Como primeros auxilios el consejo es llamar urgente a los organismos de salud; y mientras llegan el servicio, procurar que la persona permanezca despierta y respirando.
Por otra parte, el debate, según expertos, se ha centrado en que, si el fentanilo es en realidad o no la droga más peligrosa del universo, pues comienza a ser comparada con los estragos que causan en los adictos otras, entre naturales y sintéticas. Portales como Sport, de España, lo ubican en el encabezado de un ranquin de 10, el cual es seguido por AH-7921, Krokodil, Flakka, Whonga, Cocaína, Crack, Heroína, MDMA y el alcohol.
Un registro de El Financiero, portal mexicano, especializado en temas de economía, señala, con base en reporte de la Administración de Control de Drogas, DEA, que “un kilo de fentanilo de los más puros, obtenidos en China, cuestan alrededor de 3 mil 300 a 5 mil dólares. Este kilo se rebaja, o mezcla, para obtener de 16 a 24 kilos en total de la droga, misma que significa una ganancia de 1.9 millones de dólares”.
El mismo medio, citando Adiction Rescourse, revela que al menudeo una dosis de 100 a 400 microgramos de fentanilo, cuesta 2 dólares o menos; el gramo, entre 150 y 200 dólares; y el ‘parche transdérmico’ unos 40 dólares.
Así que la alerta que hace el presidente Petro no es de poca monta, ni tampoco que va a afectar a los de ideología de derecha, de izquierda o de centro, no… ¡es a todos!
No Comments