No pueden pasar desapercibidos, ni para la sociedad y el Estado colombiano, los resultados de la más reciente encuesta que muestra el panorama de nuestra juventud, determinada entre los 14 y los 28 años.
La medición en 30 municipios de nueve regiones del país, cobijando a una población de 5.465 muchachos, fue liderada por el ‘Programa Jóvenes Resilientes de Usaid y Acdi/Voca’ en alianza con el Observatorio Javeriano de Juventud, de la Universidad Javeriana, bajo el rótulo ‘Encuesta Voces Resilientes: juventudes, realidades y territorios’.
A los encuestados se les pregunto aspectos relacionados con trabajo, educación, uso del tiempo libre, igualdad de género, salud mental, salud sexual y reproductiva, medio ambiente, y construcción de paz, considerados básicos en la estructuración de políticas públicas efectivas, “alineados con sus expectativas, sus necesidades y proyectos de vida”.
Por ser un documento valioso quiero compartirles aspectos destacables, expuestos por los mismos jóvenes colombianos, según su percepción.
Antes, sobre la encuesta y los resultados, se pronunció Anu Rajaraman, directora de Usaid Colombia, manifestado que se evidencia el deseo en los jóvenes de acceder a educación, oportunidades económicas, desarrollar liderazgos, demostrar su compromiso social y creatividad, así como contribuir a la construcción de la paz y la reconciliación local.
También se refirió a logros del organismo en el país: “A través de nuestro programa Jóvenes Resilientes, hemos logrado vincular a más de 28 jóvenes en 30 municipios a oportunidades para que desarrollen su proyecto de vida, beneficiando a muchos de ellos gracias a más de 80 alianzas público-privadas. Además, 13.000 jóvenes han recibido servicios psicosociales, 5.000 han sido capacitados para aumentar su empoderamiento económico y 2.000 han conseguido un nuevo empleo”.
La percepción de los jóvenes
1.- Un 76% tiene esperanza en un futuro mejor.
2. El 89% considera que es agradable vivir.
3. Contrario a la percepción negativa que se tiene, el 92% afirma ser capaz de hacer planes para el futuro. Se destaca que en “Barranquilla y Buenaventura alcanza un 95%, lo cual evidencia su capacidad de resiliencia y la determinación para afrontar los amplios desafíos a los que se enfrentan”.
4.- El 88% se considera responsable con sus tareas.
5.- El 89% le gusta lo que hace.
6.- Más del 80% afirma sentirse satisfecho con las relaciones que tienen con sus familiares, amigos y entorno cercano.
7.- Siete de cada 10 jóvenes, incluso proviniendo de las zonas más desfavorecidas, valoran sus condiciones de trabajo de manera positiva.
8.- El 43% manifiesta que trabaja para mejorar su calidad de vida.
9.- Un 28% afirma que su motivación es ayudar, económicamente, a su familia.
10.- Ante la falta de oportunidades más del 60% de las y los jóvenes están interesados en crear o formalizar un emprendimiento.
11.- El 6% emprende como último recurso ante la falta de empleo.
12.- El 57% de las y los jóvenes no han trabajado en lo que estudiaron o se capacitaron. Esto es calificado como preocupante.
13.- El 79,6% considera que su salud mental es buena.
14.- Un 30,3% ha experimentado ansiedad, depresión y angustia.
15.- El 12% ha tenido ideaciones suicidas.
16.- El 47% ha buscado ayuda y los que no la buscan refieren no tener en quién confiar o temen ser estigmatizados.
17.- El 54% necesita más de un trabajo para cubrir sus necesidades.
18.- Persiste la desigualdad de ingresos en el 68% de las mujeres jóvenes.
19.- El 84% y el 87% de jóvenes negros, afros y palenqueros, ganan menos de $1.000.000 al mes.
20.- El 17% confía en las instituciones públicas.
21.- Existe un desconocimiento del subsistema de participación juvenil. El 83,1% de las juventudes encuestadas no conocen los Consejos Municipales de Juventud y el 85,4% no conocen las Plataformas Municipales de Juventud.
22. El problema medioambiental que más afecta a las y los jóvenes de estratos bajos es la mala disposición de las basuras, 62%, alrededor de 10 puntos porcentuales superior que los demás grupos socioeconómicos.
23.- Los jóvenes indígenas son quienes más se ven afectados por problemas medioambientales, tales como la contaminación del agua, 30%; la tala de árboles y deforestación, 17%; la sequía,15%; y la minería, 7%.
Finalmente se destaca que “en general, la encuesta evidencia una juventud optimista, pero que se enfrenta a complejos estigmas, barreras y desafíos personales, socioeconómicos y ambientales”.
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