En estos días de reflexión, nuestro columnista invitado del mes, el psicólogo y sexólogo, José Manuel González, aborda un tema de pareja en el que juega papel primordial la madurez (*). He aquí su punto de vista:
“Los divorcios siguen creciendo en Colombia. Las estadísticas de la Superintendencia de Notariado y Registro muestran que el año pasado (2022) se divorciaron 28.239 parejas; es decir, un promedio de 77 rupturas diarias, marcando la cifra más alta registrada en el país desde 2016. La Región Caribe está entre las de mayor porcentaje de divorcios.
Es importante resaltar que no estamos hablando de las parejas que pelearon y alguien se fue de la casa, pudiendo volver, o no, al cabo de un tiempo. Estamos hablando de parejas que van ante el notario y firman un documento para dar fin a su matrimonio en forma definitiva.
Varios investigadores señalan como causa de los divorcios la infidelidad y el cambio de rol de la mujer, que hoy tiene menor disposición para tolerar lo que aguantaron sus madres y sus abuelas. Entre otras cosas, porque tienen mayor poder de decisión por su mejor poder adquisitivo y mayor nivel educativo.
Yo agregaría que también se divorcian muchas parejas que no deberían hacerlo porque no saben pedir perdón o perdonar ante una crisis conyugal.
Creo que los humanos, que no somos perfectos, que nos equivocamos, por lo que debemos aprender sobre el perdón.
Como he escrito muchas veces, perdonar es soltar la rabia y el resentimiento para dejar que nos invada la tranquilidad y la serenidad…
Perdonar no es justificar los comportamientos negativos o dañinos de las otras personas. Es dejar de sufrir por culpa de esas acciones inadecuadas. Perdonar no es dejar que violenten tus derechos o que te hagan daño. Tú puedes tomar las medidas necesarias para cambiar una situación inadecuada o para proteger tus derechos. Pero el perdón te ayuda a no sufrir los resentimientos que esa situación podría producirte hasta el final de tu vida.
Perdonar no es actuar como si todo estuviera bien, cuando tú sabes que está mal. Perdonar no impide expresar lo que tú sientes que no está funcionando bien, pero lleva a decir las cosas con tranquilidad, sin resentimiento, sin amenazas y sin sufrimiento…
La navidad es una buena época para reconciliarnos con nosotros mismos y con nuestros seres queridos.
La pareja, base de la felicidad familiar, está formada por seres humanos que cometen errores. Muchas veces el perdón ayuda a fortalecer el vínculo matrimonial.
Cuando los errores son persistentes y frecuentes generalmente se deben a que la pareja necesita terapia matrimonial y entonces el perdón debe estar acompañado del compromiso a participar en una terapia de pareja.
Yo te invito a leer estas líneas con tu pareja y comentarlas con amor. Hablar sobre estos temas con tranquilidad y respeto puede contribuir a que tu pareja no sea una de esas que aparecerán el año entrante en las estadísticas de la Superintendencia de Notariado y Registro.
(*) Columna tomada de El Heraldo de Barranquilla.
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