La poca educación sexual, la desinformación y el tabú constante sobre la sexualidad hacen que, incluso, los adultos no hablen de sexo con su pareja, porque les parece vergonzoso.
“Hay tantos mitos por ahí y pueden causar mucho daño”, asegura Laurie Mintz, académica de psicología en la Universidad de Florida, quien reunió a un grupo de terapeutas e investigadores sexuales quienes compartieron muchos mitos para el New York Times.
Mito: Todas las personas tienen más sexo que tú.
Realidad: En la adolescencia es muy común que piensen que todo el mundo tiene sexo y se sientan presionados a tener relaciones sexuales, aun cuando no están preparados.
“Curiosamente, este mito persiste a lo largo de la vida”, expresa al Times, Debby Herbenick, directora del Centro para la Promoción de la Salud Sexual en la Universidad de Indiana.
Mito: El sexo no es solo penetración.
Realidad: La intimidad puede ser penetración pero también es importante conectar con tú pareja, no solo físicamente si no emocionalmente. Los terapeutas sexuales, lamentan que hombres y mujeres sigan “guiones sexuales”, como el juego previo y coito y no se permitan experimentar.
Ian Kerner, terapeuta sexual explica: “Este tipo de pensamiento es estrecho y contribuye a la brecha del placer entre hombres y mujeres en encuentros heterosexuales”.
Además cita un estudio en el que encontró que, durante las relaciones sexuales, el 75 % de los hombres tuvieron un orgasmo cada vez de una intimidad, mientras que solo el 35 % de las mujeres lo experimentaron.
“En lugar de precipitarse hacia el coito, la atención debería centrarse en el coito externo, cualquier actividad sexual que no implique penetración”, asegura Kerner.
De acuerdo con el terapeuta sexual, Joe Kort, hay otras formas de experimentar el placer como hombres homosexuales que no practican sexo anal, o aquellas personas con ciertas incapacidades que encuentran mayor satisfacción en el sexo oral, incluso en el contacto corporal.
Mito: Es normal que el sexo duela.
Realidad: El dolor durante la penetración puede tener varias causas médicas y puede ocurrir durante la lactancia, perimenopausia, uso de algunos anticonceptivos o medicamentos, tratamientos del cáncer, etc.
Algunas mujeres creen que el dolor durante las relaciones sexuales es señal de “buen sexo”, la realidad es que no y ante cualquier incomodidad lo más conveniente es consultar al ginecólogo de confianza, encontrar la causa y tratarla.
Mito: Tú pene no es suficiente.
Realidad: Existe una presión social sobre la apariencia del pene (tamaño y grosor) y el funcionamiento del pene (siempre erecto).
Los estudios demuestran que a muchos hombres -homosexuales y heterosexuales- les preocupa que su pene no sea el adecuado para su pareja, y muchas parejas señalan que prefieren un pene de tamaño estándar.
Mito: La eyaculación precoz y la disfunción eréctil se deben a la falta de experiencia.
Realidad: La disfunción eréctil tiende a aumentar con la edad, pero también afecta, aproximadamente, al 8 % de los hombres de 20 años y al 11 % entre los 20 y 30 años y el 20 % de los hombres entre 18 y 59 años.
Mito: Las vaginas no necesitan lubricante adicional.
Realidad: El 17 % de las mujeres, entre 18 y 50 años, tienen resequedad vaginal durante el coito, mientras que más del 50 % la experimentan después de la menopausia.
Los expertos señalan que aun cuando una mujer esté excitada, incluso enamorada, puede que no lubrique como quisiera. Así que el uso de los lubricantes es recomendado por los ginecólogos y de preferencia los de base de agua.
Mito: Los hombres siempre quieren más sexo que las mujeres.
Realidad: Estudios recientes muestran que el deseo sexual tanto de hombres como mujeres varía a lo largo de sus vidas.
“La discrepancia en el deseo es el problema número uno con el que me enfrento en mi práctica, y de ninguna manera la pareja con mayor deseo es siempre masculina. Pero debido a este mito, los hombres a menudo sienten vergüenza por su falta de deseo y la presión de tener la iniciativa”, dice Herbenick
Mito: Las mujeres no les gusta masturbarse.
Realidad: La verdad es que los hombres se masturban con más frecuencia que las mujeres, pero eso no quiere decir que las mujeres no disfruten la experiencia de explorar su cuerpo en solitario.
Mito: El sexo planificado es aburrido.
Realidad: El sexo programado da tiempo a la excitación y puede ayudar al deseo receptivo.
Pensar que el sexo solo es apropiado después de las actividades del día, cuando el cuerpo suele estar agotado o la mente distraída, puede tener efectos negativos.
La realidad es que el sexo planeado puede funcionar en aquellas parejas que tienen horarios complicados.
Mito: El deseo es instantáneo.
Realidad: Terapeutas e investigadores sexuales creen que existen dos tipos de deseo: El espontáneo (cuando quieres tener sexo de la nada) y el receptivo (que surge en respuesta a estímulos sensoriales).
Lori Brotto, psicóloga afirma: “Se debe normalizar el deseo receptivo, que es el que muchas mujeres prefieren, en especial aquellas que están en relaciones de muchos años”.
También debemos ser más espontáneos siempre y cuando haya voluntad y consentimiento y dejarse llevar por el momento que implica tocarse, conectar, hablar y disfrutar de su sexualidad #sinrecato.
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