Venga le digo,
llegaron los recuerdos y con ellos las nostalgias,
por una tierra fuerte, como su relieve,
obstinada como sus alturas y trabajadora como
las hormigas que de la llanura saltan a la mesa.
Venga le digo,
en mi cuerpo corre sangre comunera,
se adentra en mis emociones la grandeza del Chicamocha,
la furia natural de sus paisajes,
el alma ruda de mis antepasados
entreverada con los cantos del Gallineral.
Ellos con voz de provincia retumban a mi oído
con alpargatas y sombreo
alimentados con chicha en una tarde de tejo
enraizados en el nor-occidente
de los andes colombianos.
Venga le digo, esta tierra de revolución,
de trabajo, de esfuerzo y constancia
es la tierra que sustentó el sueño de parientes,
de abuelos y de viejos amigos
hoy idos con el tiempo,
esta también es mi tierra.
Poeta invitada: Yajaira Pinilla Carrascal
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