El vello púbico, tanto en hombres como mujeres, es un tema personal sujeto a gustos, higiene y costumbres. La pregunta #sinrecato de hoy es: ¿Cómo prefieres tu zona genital depilada o velluda?
El vello púbico protege los genitales sirven de barrera, evitando el contacto de bacterias y ciertos patógenos.
Estudios científicos apoyan la teoría que es más probable contraer una infección cuando estás depilado (a) o cuando no. Los cortes o folículos abiertos en una zona húmeda aumentan el riesgo de una infección e incluso es más fácil contraer enfermedades de transmisión sexual.
Algunas personas consideran que lo hacen por higiene, por el sudor y el mal olor que pueden causar los vellos. El otro factor es el estético, cuando por ejemplo las mujeres quieren lucir un vestido de baño o una ropa interior sexy.
¡Algo huele mal!
Desde la antigüedad, se han desarrollado cremas depilatorias, hilos, ceras, máquinas de rasurar hasta llegar al láser. Toda una industria alrededor de la depilación.
La primera crema depilatoria se hizo de sangre de animales (tortugas, gusanos o grasa de hipopótamos y las ceras se hacían con azúcar, agua, limón aceite y miel. También se usaban navajas de cobre y hierro.
En la antigua Grecia, las clases sociales altas se depilaban todo el cuerpo, era su ideal de belleza, juventud e inocencia. Usaban velas, piedra pómez, ceras y pinzas, y eran los esclavos que se encargaban de esta tarea e incluso en los baños públicos había una zona de depilación.
En la India siempre se usaron navajas de cobre y la técnica de hilos considera la depilación como un acto erótico. Los musulmanes se depilan para mantener la limpieza de sus cuerpos.
En la Edad Media, la reina Elizabeth I fue la precursora de usar navajas y pinzas para depilarse. Hasta que en 1903 Gillette inventó la rasuradora de hojas intercambiables.
En 1940, Remington inventó la primera máquina eléctrica, especialmente, para mujeres, que desde ese momento, no solo se preocupaban por su zona genital sino por depilar los vellos de las piernas y las axilas.
En 1960 se desarrolló el láser Ruby, el cual se utilizó para fines dermatológicos y estéticos.
Aquí les sugerimos algunos consejos para depilarse de manera segura:
- Si es con cuchilla es preferible hacerlo una vez te hayas bañado para que los folículos estén más suaves.
- Nunca compartir cuchillas de afeitar.
- Usar jabón o gel sin perfume y depilarse en la dirección del pelo no en contra para evitar la abrasión.
- Si no eres muy hábil con la cuchilla de afeitar, hay otras opciones como cremas depilatorias, la cera o el láser.
- Estar atento a cualquier reacción alérgica, es una zona delicada.
- Si hay duda o algún problema no dude en consultar con su médico de confianza.
Por ahí dicen que: “la moda no incomoda” y si usted decide depilarse o no y si lo hace, también tiene muchas opciones para hacerlo y entender que no siempre lo que otro hace a usted le sentará de ¡pelos!
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