El condenado en su mazmorra implora ser liberado
Sin embargo, hay uno que no puede ser dispensado
Es el reo 1103 quien pide a gritos que lo encadenen
No impugnará su sentencia, ni pedirá que lo liberen
¡Cadena perpetua te daré! es la condena del carcelero
Además, adjunto al expediente un castigo más severo
El guardián ávido por tener solo un recluso a su cargo
Procede a liberar al resto para no sentir el recargo
A este verdugo le gusta sentir que a su reo tortura
¿Por qué haces esto conmigo? el reo murmura
Estás en la torre del castillo y solo yo tengo la llave
Si escapar quisieras, difícil te será encontrar la clave
Negociemos ya este asunto éste le ordena
Pero el acusado insiste en no ser liberado de su condena
Aunque sienta que su guardián es un infame verdugo
¿O será que es el reo el que sutilmente subyuga?
Por ese agravante liberar al recluso él no podía
Porque nadie más que el reo resultó siendo la culpable
Del amor tan inmenso que el carcelero sentía
Eres una rea hermosa, tierna, única y afable
Te liberaré de esos grilletes solo si tú me lo pides
Aunque libre te encuentres regresaras si decides
Por eso sé que de mí liberarte nunca más podrás
Al imaginarte esos días que en la torre tendrás
Ni anulen ni enmienden el veredicto dictado
No hay libertad condicional. El fallo ya está pactado
Porque al final cadena perpetua el uno al otro dará
¡No sé quién esté más preso si el reo o el carcelero!
Tania Castro
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