Compraría una atarraya
que se pareciera a mis labios,
esperando atraparte en el fuego de mi aliento,
arrollaría cada escama del tiempo,
los recuerdos en tu piel,
hasta que lograras navegar en mis besos.
Pondría a calentar mis aceites
y superar la temperatura del Sahara,
para dorarte, freírte crocante,
deleitarme con tus sabores y aromas.
Para hacerte más exquisito,
podría subir como un mico
una palmera parida de cocos amarillos,
los bajaría, los rallaría y te bañaría
con su leche espesa y cremosa,
te coronaría con mis ansias
como si fuera ajo machacado,
pimienta de olor,
cebolla finamente picada
y te rociaría con mis despertares,
como si fueran gotas de limón.
¡Ambrosía!
Podría pescarte cuantas veces lo desees,
sazonarte como tú lo insinúes,
sólo si me das el privilegio de saborearte,
beso a beso, tomándote entre mis labios,
como bocachico frito, sudado en leche de coco.
Poeta invitada: Dina Luz Pardo Olaya
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