Hoy, les hablaré Sin Recato cómo el deseo sexual está, directamente, relacionado con el ciclo menstrual. No se trata de una clase de biología, pero si es importante que no solo las mujeres, sino sus parejas, entiendan qué cambios se presentan mes a mes.
El ciclo menstrual: Es un periodo de, aproximadamente, 28 días en el que la mujer experimenta diferentes cambios, en especial en el útero y los ovarios, por la acción de las hormonas sexuales femeninas.
Estos cambios tienen una razón: Preparar al cuerpo para un posible embarazo, desde la etapa reproductiva con la primera menstruación hasta que llega la menopausia (término de la menstruación). El ciclo varía en cada mujer, entre 23 y 35 días, pues algunos ciclos son cortos o largos.
Las hormonas sexuales son las encargadas de regular el ciclo menstrual y se producen en la hipófisis (cerebro) FSH y LH y en sus ovarios (estrógeno y progesterona). FSH: Hormona folículo estimulante y su función es estimular al ovario para que se desarrollen los folículos primordiales, los cuales contienen a los óvulos. LH: Hormona luteinizante, que es la encargada de la ovulación una vez que el folículo, que contiene el óvulo, haya madurado completamente.
Estrógenos: Son hormonas producidas por el ovario a medida que los folículos se van desarrollando. Su función es regular el ciclo menstrual y el desarrollo sexual de la mujer.
Progesterona: Es producida por el ovario después de la ovulación. Su función es engrosar el endometrio para que el embrión pueda implantarse y se dé el embarazo.
Fase preovulatoria: También se conoce como fase folicular, o proliferativa, es cuando crecen los folículos ováricos desde la menstruación hasta la ovulación.
Desde la pubertad, la mujer tiene una reserva ovárica de unos 500 mil folículos primordiales en sus ovarios. Estos están en estado latente, esperando desarrollarse en cada ciclo menstrual.
Los estrógenos, que se producen en la fase proliferativa, contribuyen a la aparición de un moco cervical más acuoso y elástico, el cual favorece la entrada de los espermatozoides. Los estrógenos también ayudan a engrosar el endometrio.
Fase ovulatoria: En esta fase, alrededor del día 14 del ciclo menstrual, la hipófisis eleva los niveles de LH lo cual provoca la ovulación. En esta etapa el folículo de Graaf se rompe y el óvulo maduro que contiene en su interior es liberado a la trompa de Falopio.
Los días fértiles de la mujer son los más cercanos a la ovulación; es decir, se localizan hacia la mitad del ciclo menstrual. En este periodo, hay una mayor probabilidad de embarazo si se mantienen relaciones sexuales sin protección.
Por lo general, en cada menstruación, hay un único óvulo maduro que es expulsado en una de las trompas de Falopio. A veces se produce la ovulación de dos folículos, lo que probablemente sea un embarazo gemelar. El óvulo permanece en la trompa a la espera de ser fecundado. Si no ocurre en las 24 horas siguientes a la ovulación, el óvulo envejece y no puede fecundarse.
Fase postovulatoria: También conocida como fase secretora o lútea, empieza después de la ovulación y dura hasta el final de la menstruación, o sea hasta que haya sangrado menstrual. El folículo roto se transforma en un cuerpo amarillento denominado ‘cuerpo amarillo’ o ‘cuerpo lúteo’. Su función es producir estrógenos y progesterona, dos hormonas importantes para el endometrio.
La progesterona es la encargada de modificar el moco cervical para que se vuelva impenetrable por los espermatozoides.
Fase isquémica: Cuando el óvulo liberado no es fecundado por el espermatozoide, el cuerpo lúteo desaparece. En consecuencia, disminuye la producción de estrógenos y progesterona y se inicia la fase isquémica del ciclo menstrual.
Esta disminución de las hormonas sexuales femeninas provoca en el endometrio una descamación y se elimina por la vagina provocando un nuevo ciclo menstrual. Las hormonas volverán a aumentar y comenzará la proliferación folicular.
La pregunta Sin Recato, es: ¿Qué pasa con el deseo sexual en cada una de estas etapas?
En la fase premenstrual, algunas mujeres experimentan el síndrome premenstrual que es un sube y baja de emociones, sensibilidad e irritabilidad a flor de piel. Una forma de liberar esa “rabia sin razón aparente” es dando rienda suelta al placer disfrutando sin inhibiciones.
En la fase menstrual, la mayoría de las mujeres están muy sensibles, irritables y es, perfectamente, natural porque hay muchas incomodidades como: Hinchazón abdominal, cólicos, dolor en los senos, dolor en las articulaciones, dolor de cabeza e incluso algunas sufren de migraña y diarrea. No es una etapa agradable para tener relaciones sexuales.
Las hormonas sexuales femeninas están al límite físico y emocional. Sin embargo, la intimidad sexual en esta etapa puede conectarte con tu pareja, esta intimidad no está relacionada con el coito, recuerde que se puede hacer el amor ‘sin quitarse la ropa’.
En la fase preovulatoria, luego termina la menstruación, las mujeres están más enérgicas, extrovertidas y desinhibidas. En esta etapa, el deseo sexual está lleno de mucha pasión y entrega, así que disfruta de esta etapa con tu pareja y denle rienda suelta a su imaginación.
En la ovulación, el cuerpo de la mujer se está preparando para gestar y por eso se sienten delicadas, maternales y más enfocadas en la relación de pareja. El deseo sexual de esta fase se expresa a nivel emocional y con mucho placer físico. Esta etapa es la combinación perfecta de romance y sensualidad. Este ciclo se repetirá en la mujer, aproximadamente, 40 años sin contar las interrupciones por embarazo hasta que finalmente termina con la menopausia. Asi que usted caballero tome nota de estas fases y sea amoroso y compresivo con su esposa.
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