Una de las lecciones de esta cuarentena, de las tantas que nos ha dejado, es como aprovechar el tiempo. Claramente, cada uno sabe cómo lo administra, lo distribuye y lo malgasta. La sociedad moderna se ha caracterizado por vivir con afanes y todo se hace corriendo. Cuando la verdad, hay momentos que merecen disfrutarse como dice la canción de Luis Fonsi: ¡Despacito!
Hay una tendencia conocida como slow sex, o sexo sin prisa, que invita a disfrutar de la sexualidad de una manera relajada y consciente. Este movimiento empezó con la comida, conocido como slow food, es una manera de disfrutar la preparación de los alimentos, buscar los ingredientes, saborearlos y sobre todo disfrutarlos en compañía.
La propuesta es disfrutar del sexo, sin tener como único objetivo la penetración. Un enfoque tomado de la filosofía tántrica, donde lo importante es descubrir sensaciones y emociones en ese momento de intimidad.
Nuestra cultura le ha dado al coito una connotación limitada al desempeño, por lo tanto, hombres y mujeres, se sienten presionados cuando tienen relaciones sexuales. Ellos se preocupan más por tener una erección y ellas por alcanzar orgasmos.
De acuerdo con un estudio, publicado en 2008, en la Revista de Medicina Sexual, de Estados Unidos, una relación sexual adecuada duraría de 3 a 7 minutos y una deseable se ubicaría entre los 7 y 13 minutos. Ubicando un encuentro demasiado corto de 1 a 2 minutos y uno demasiado largo superaría los 10 minutos.
Lo justo es dedicarse tiempo, mínimo una hora al mes. Sin celulares, lejos de la casa, sin condiciones, sin restricciones para disfrutar #sinrecato de su pareja.
Cabe señalar que este tiempo corresponde al tiempo desde el acto sexual con penetración hasta el orgasmo. No incluye el preámbulo.
Los autores de la investigación, Eric Corty y Jenay Guardiani, de la Universidad de Erie, Pensilvania, entrevistaron a 50 expertos de la Sociedad de Investigación y Terapia Sexual, sexólogos, terapeutas sexuales, psicólogos y psiquiatras, quienes estudiaron miles de casos relacionados.
De ellos, un 68% coincidió con los tiempos antes señalados, pero indicaron que muchos hombres y mujeres, que participaron en el estudio, deseaban tener relaciones sexuales de 30 minutos, en promedio.
Este análisis, confirma que las relaciones sexuales deben ir más allá del sexo ‘animal’, deben tomarse el tiempo para disfrutar todas sus etapas. El slow sex, no busca simplemente retrasar la eyaculación. Propone que se viva el sexo como una experiencia sensorial, sin llegar a la ‘cursilería’.
Otro aspecto importante, es que, a diferencia del hombre, la mujer necesita más tiempo para excitarse. La doctora Debbie Herbenick, especialista en sexualidad, señala que “las mujeres necesitan una media de 10 a 20 minutos para estar suficientemente excitadas para el clímax, dependiendo del método y de cada mujer”.
En el libro ‘Slow Sex’, la autora Diane Richardson, profesora y practicante de terapias corporales holísticas, y discípula del maestro tántrico Osho, recomienda: “Uno de los aspectos fundamentales del “sexo sin prisa”, es el cambio de posturas manteniendo el mismo eje de conexión genital, para que así los movimientos, profundidades y ritmos de las pelvis generen nuevos estímulos. El objetivo sería ir variando cada vez que se está cerca del orgasmo para así prolongar su llegada, pero de una manera integrada y relajada”.
Más que una moda o una tendencia, el slow sex es una manera de aprovechar el tiempo con su pareja, los expertos sugieren estas recomendaciones:
1.- Mirarse: Unos 10 minutos, de una manera relajada y mirando al ojo no dominante de la otra persona; es decir, si su pareja es diestra mira su ojo izquierdo. Puedes incluir una sonrisa. Al comienzo, no será cómodo, porque están acostumbrados a verse y no a mirarse profundamente a los ojos.
2.- Respirar juntos: Cuando estén cómodos mirándose, deja que su respiración llegue naturalmente, inhalando y exhalando por la nariz, si es posible. Así, su pareja inconscientemente ajustará su propia respiración para que coincida; ahora sí no ocurre así, pueden poner una mano sobre su corazón para ayudarse.
3.- Abrazarse y tocarse durante un tiempo: Unos 30 minutos pueden ser suficientes para estimularse con caricias corporales, incluso pueden besarse, pero sin tocar sus genitales. El tiempo lo determina cada pareja, lo importante es que disfruten sin presiones. Uno de los dos debe acostarse y vendarse o cerrar sus ojos y dejar que el otro lo acaricie con sus manos, con una pluma. Sean creativos.
4.- Baño juntos: Báñense el uno al otro, usen exfoliantes, aceites y vístanse con algo cómodo y fácil de quitar. Huélanse mutuamente, es un acto erótico y de conexión con su pareja.
Las relaciones sexuales cuando se está en pareja, sobre todo aquellas que llevan varios años juntos, se limitan a tener el clásico rapidito, por muchas razones, y aunque no está mal hacerlo.
Lo justo es dedicarse tiempo, mínimo una hora al mes. Sin celulares, lejos de la casa, sin condiciones, sin restricciones para disfrutar #sinrecato de su pareja. El tiempo es ahora. Vivan el presente.
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