Después de todo lo vivido, Ruth piensa que su propósito en este mundo no fue venir a ser madre: “Cuando veo a una mamá abrazando a sus hijos, me enternece, pero también cuando veo que los niños hacen algún tipo de berrinche, digo ‘no, definitivamente, no vine a este mundo a ser mamá, simplemente vine a disfrutar’ y, de hecho, estoy empezando a hacerlo”.
Y agrega: “Como me dijo una gran amiga, que nosotras las mujeres maternamos con lo que damos a otros con el amor, con la paciencia, con lo bonito de la vida”.
En la actualidad, después de consultar muchos ginecólogos, Ruth encontró una excelente especialista de cabecera que le dijo que no se preocupara y que viviera plenamente su menopausia precoz y no pensara tanto, porque bastante había sufrido por eso.
“Me decidí a contar esta historia porque a mí me afectó demasiado. Hay muchas mujeres que lo viven desde el silencio de la habitación, porque esta condición produce mucha depresión y ansiedad. Hay días en los que amanezco muy triste y otros muy feliz. Solamente las personas cercanas lo saben y me han apoyado durante este proceso”.
Entre tantos profesionales ha encontrado algunas rosas, pero también muchas espinas: “Muchos médicos me han dicho que yo soy exagerada y que la menopausia no se vive así. Cada seis meses debo hacerme controles de mamas y ecografías transvaginales y la verdad es que es bastante doloroso. Y así como hay médicos que me tratan con delicadeza, hay otros con poca empatía”.
La insuficiencia ovárica prematura debe ser tratada con terapia de reemplazo hormonal (estrógeno y progesterona); el estrógeno para ayudar al cuerpo sintéticamente a producirlo y la progesterona para proteger el endometrio y evitar algún tipo de patología.
Le pregunté por qué se resistía a la terapia de reemplazo hormonal, y respondió francamente: “Me resistí durante 4 años a recibir terapia de reemplazo por miedo al cáncer. Las redes sociales también desinforman, y tomé una decisión porque los síntomas se agravaban cada vez más ya en esta parte de mi vida. Tengo resequedad vaginal, atrofia en la vagina y me negaba a tener relaciones sexuales”.
Sin embargo, hoy confiesa que la terapia hormonal cambió su vida. Ahora todo es más placentero; aunque hay días de bajones emocionales, también hay días con mucha energía:
“Mi actual pareja ha sido muy comprensiva conmigo, porque hay meses en los que no tengo deseo sexual, pero me ha tocado reinventarme: comprar juguetes sexuales, geles y lubricantes de sabores para disfrutar mi sexualidad. Mi cuerpo ha respondido positivamente a la terapia, la sequedad vaginal ha disminuido y mi deseo sexual ha vuelto”.
Después de 8 años, Ruth habla abiertamente del tema y quiere que las mujeres que están pasando por la misma condición hablen #sinrecato de la menopausia precoz, que no debe ser un tabú:
“Me he atrevido a hacer cosas que nunca pensé hacer, como, por ejemplo, contactar mujeres de otros países. En este momento, pertenezco a una pequeña comunidad de Chile, España y Canadá que fueron diagnosticadas a muy temprana edad.
Ha conocido mujeres maravillosas como: Isabel Farías Meyer, fundadora de Red Regional para la Menopausia Prematura en Latinoamericana, y a Mariana Valladares, mexicana diagnosticada a los 25 años y quien ha sido de gran ayuda en el proceso por su testimonio de vida.
Hace poco le escribió una señora por redes sociales, quien tenía todos los síntomas desde los 15 años, y hoy que es una adulta mayor le dijo que nunca se hubiese atrevido a hablar del tema. Además, le hizo saber que su mensaje para las mujeres es que cuiden sus hormonas y que no normalicen los síntomas que están presentando.
Así como hay mujeres que se alegran porque no les llega el periodo menstrual, para Ruth, la menstruación es vida, es salud y no debe doler. Para ella dejar de menstruar fue muy traumático pero bueno, como le decía una persona a la que admira muchísimo. Para nuestra entrevistada: “Todo en esta vida pasa y no todo puede ser solamente blanco y negro, sino que también tiene matices y los matices de mi vida fueron enfrentarme a toda esta situación con esta condición”.
Esta mujer echada para adelante tiene un lema: ‘precoz y sin miedos’, porque así sin miedo tuvo que enfrentar a ese abismo muy pero muy profundo del cual no encontraba la manera de escapar, y descubrió que no estaba sola y que hay muchísimas mujeres en el mundo luchando contra esta condición.
Si quieren contactarla, tiene una página en Instagram en donde la pueden encontrar como @falloovaricoprematurocol. Aquí, su intención es la de dar a conocer la patología del fallo ovárico precoz o falla ovárica prematura para que las mujeres de Colombia conozcan sobre este diagnóstico, se apoyen como comunidad y sepan que no están solas.
“Esta patología debería incluirse en el sistema de salud colombiano. Hasta el momento, hay un grupo de mujeres que está luchando por radicar un proyecto de ley en el Congreso de la República sobre la endometriosis, que también es una patología menstrual”.
Ruth se despide con un mensaje esperanzador: “Por ahí estoy empezando un nuevo proyecto que creo que va a ayudar a muchas mujeres con menopausia y lo daré a conocer también en mi Instagram. Hoy tengo más ganas de vivir la vida, de luchar y de lograr mis sueños”.
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