Dos cosas me impresionaron, una más que otra. La primera una hermosa cara juvenil; y la segunda, con mayor fuerza, la frase atribuida a ella: “Había dejado de besar, tener sexo, cantar en vivo, de caminar sola y manejar”.
Era el preámbulo a una nota periodística en torno a Ro Vitale, una cantante, activista, compositora y vegana argentina que terminó siendo hasta psicóloga por una razón muy particular. Ella padeció el Trastorno Obsesivo Compulsivo, TOC, y sí lo cuenta en su libro ‘ToCada’; hoy es considerada como la brújula que orienta a las personas que lo sufren.
“Fue casi de un momento a otro. Toda la escenografía de mi cotidiano se trastocó y mis espacios se volvieron casi inhabitables. Los objetos, las personas y las superficies empezaron a sentirse malvadas o contaminadas. Me encontré a mí misma acorralada por mis propios pensamientos y mi pánico”.
“Sabía perfectamente que nada de eso tenía sentido, pero resultaba casi imposible ignorar tanto miedo, tanta ansiedad, tanta extrañeza. Me daba mucha tristeza verme a mí misma tan constreñida, acurrucada y limitada”.
“Veía a las personas alrededor caminar despreocupadas, reír, comer, interactuar entre ellas y con las superficies y las cosas orgánicamente y sin reparar en anticipaciones. Me parecía que ese universo quedaba en otras coordenadas, estiraba el brazo, pero nunca llegaba a tocar esa libertad”, comparte Vitale, quien hoy tiene 47 años y su rostro dista de la lozanía juvenil que me atrapó.
Ante la intriga despertada por el trastorno encontré literatura médica y psicológica que es bueno que la conozcan, porque nadie está exento de padecerlo.
En portal Mayo Clinic, que es una red en línea de hospitales y clínica de Mayo Clinic Health System, cuyo epicentro es Rochester, Minnesota, Estado Unidos, sostiene que el TOC, incluye un patrón de pensamientos no deseados y miedos conocidos como obsesiones.
“Estas obsesiones te llevan a realizar conductas repetitivas, también llamadas compulsiones. Estas obsesiones y compulsiones interfieren en las actividades diarias y causan mucho sufrimiento emocional. En definitiva, sientes la necesidad de realizar actos compulsivos para aliviar el estrés. Incluso si intentas ignorar los pensamientos o impulsos molestos, o tratas de librarte de ellos, siempre reaparecen. Esto te lleva a actuar siguiendo un ritual. Este es el círculo vicioso del trastorno obsesivo compulsivo”, aseguran en el artículo sus autores.
Seguidamente comparten un listado de algunos síntomas obsesivos y compulsivos, que también denominan temas:
- Miedo a la contaminación o la suciedad.
- Dudar y tener dificultades para lidiar con la incertidumbre.
- Necesidad de que las cosas estén ordenadas y equilibradas.
- Pensamientos agresivos u horribles sobre perder el control y hacerte daño o dañar a otras personas.
- Pensamientos no deseados, como agresiones o temas sexuales o religiosos.
- Miedo a contaminarse al tocar objetos que otros han tocado.
- Dudar si cerraste la puerta con llave o apagaste la cocina.
- Estrés intenso cuando los objetos no están ordenados u orientados de cierta manera.
- Imágenes mentales de arrollar a una multitud de personas con tu automóvil.
- Pensar en gritar obscenidades o actuar de forma inapropiada en público.
- Imágenes sexuales desagradables.
- Evitar situaciones que puedan causar obsesiones, como darle la mano a alguien.
- Lavar y limpiar.
- Comprobación constante.
- Contar.
- Ordenar.
- Cumplir con una rutina estricta.
- Exigir tranquilidad.
- Lavarse las manos hasta que la piel se ponga en carne viva.
- Comprobar una y otra vez que las puertas estén cerradas.
- Comprobar una y otra vez que la cocina esté apagada.
- Contar siguiendo determinados patrones.
- Repetir en silencio una oración, palabra o frase.
- Intentar sustituir un mal pensamiento por uno bueno.
- Organizar los productos enlatados para que miren todos hacia el mismo lado.
Los investigadores reconocen que hasta el momento no hay respuestas concretas sobre las causas del TOC, pero se atreven a exponer que puede ser producto de:
Factores biológicos: cambios en la química natural del cuerpo o en las funciones cerebrales.
Genética: un componente genético, pero aún no se han identificado los genes específicos.
Aprendizaje: los miedos obsesivos y los comportamientos compulsivos se pueden aprender observando a familiares o se pueden aprender con el tiempo.
Antecedentes familiares: tener padres u otros familiares con el trastorno puede aumentar el riesgo de padecer el trastorno obsesivo compulsivo.
Acontecimientos estresantes de la vida: si has pasado por acontecimientos traumáticos o estresantes, tu riesgo puede aumentar. Esta reacción puede causar pensamientos intrusivos, rituales y sufrimiento emocional que se observan en el trastorno obsesivo compulsivo.
Otros trastornos mentales: el trastorno obsesivo compulsivo puede estar relacionado con otras enfermedades mentales, como trastornos de ansiedad, depresión, abuso de sustancias o trastornos de tics.
¿Cuándo debes consultar a un médico? Es uno de los interrogantes planteados, pero antes precisan que “hay una diferencia entre ser un perfeccionista (por ejemplo, alguien que busca resultados perfectos o un rendimiento impecable) y tener un TOC. Los pensamientos de una persona con trastorno no son simplemente preocupaciones excesivas por problemas reales en su vida o el placer de tener las cosas limpias u ordenadas de una manera específica”.
Y como recomendación: “Si tienes obsesiones y compulsiones que afectan tu calidad de vida, consulta al médico o a un profesional de la salud mental”.
De mi cosecha: lean lo que se ha escrito y compartido por parte de Ro Vitale.
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