En ocasiones, hombres y mujeres quieren vivir nuevas experiencias sexuales dejándose llevar por el deseo y el placer que sienten. Sin embargo, algunas veces la intensa emoción del momento les puede jugar una mala pasada.
Hoy hablaremos #sinrecato de algunos casos que terminaron en la sala de urgencias de centros hospitalarios, son historias reales que médicos y enfermeras compartieron desde su experiencia y que van de lo más curioso hasta lo más peligroso:
Peligrosa masturbación
Hernán Bolívar, medico gineco- obstetra de la Clínica El Rosario en Medellín, cuenta: “Un caso que me impactó mucho fue el de una paciente que se masturbó con una cruz de madera y después, de ese fuerte estimulo sobre el punto G, se laceró. Tuvo ruptura del fondo del saco de la vagina.
Dilia Ospino, auxiliar de enfermería, recuerda con asombro: “Hace años me llamó la atención una pareja madura de más o menos de 46 años, llegaron a la urgencia cubiertos con una sábana y explicaron que estaban teniendo sexo y la señora le introdujo una botella de cerveza Costeñita por el ano.
Ella manifestó que a él le gustaban esos ‘juegos’. El ano es un esfínter, él apretó y se quedó la botella atascada. De inmediato hubo que ingresarlo a cirugía para sacar el objeto que estaba impregnada de vaselina”.
Relación peligrosa
Nazhly Barranco, médico cirujano, cuenta un caso muy especial que atendió en su época de internado: “Estaba rotando en urología y llegó un muchacho que le habían disparado dentro del pantalón y le volaron los genitales; es decir no le quedó ni pene, ni testículos.
Lo llevaron de inmediato a cirugía, pero nada se le salvó. Al joven solo le quedó el orificio para orinar. La pregunta era ¿Por qué le habían disparado?, resultó que él era el amante y el esposo lo encontró con su mujer y en un ataque de rabia y celos le disparó directo al pantalón”.
Raros juguetes sexuales
La doctora Nazhly también relata otros casos: “Llegó un gay que estaba teniendo sexo con su pareja y le introdujo un ‘manduco’ por el ano, ese palo que usan las señoras para lavar ropa. Recuerdo que era un palo de más de 30 cms. Y el otro caso fue de una mujer que estaba con su pareja y le introdujo un plátano en su vagina y se le atascó y directo al quirófano “.
Alberto García, medico anestesiólogo samario, comenta: “En mis años como anestesiólogo he visto muchos casos de homosexuales que se masturban con toda clase de objetos. En el quirófano hemos extraído del recto: desodorantes, portacepillos de dientes, chancletas, mazorca e incluso una yuca”.
Pareja en apuros
Natalia Martínez, auxiliar de enfermería, contó lo ocurrido a una joven pareja: “El joven recién casado quería sorprender a su pareja y se introdujo unos balines (especie de esfera de un tamaño mediano) en el pene para que al momento de la penetración sintiera más placer. Pero luego de la relación, no pudo extraer los balines y llegaron a la urgencia asustados. Felizmente, en el quirófano los pudieron extraer”.
Expertos en sexología recomiendan, cuando se experimenta en búsqueda de más satisfacción sexual, que en el caso de las frutas o verduras no es suficiente lavarlos con agua y jabón. Por ejemplo, si la fantasía es usar un pepino o una zanahoria como juguete sexual, lo recomendable es ponerle un preservativo a la verdura y verificar que sea de un tamaño que sea adecuado a sus límites; de no tenerse en cuenta podría provocar desgarres, cistitis o irritación en la zona genital.
Las velas o jabones son agentes irritantes y en el caso de las botellas en especial de vidrio, son más peligrosas porque podrían romperse y provocar heridas de gravedad. De otra parte, el estímulo de objetos en la zona anal también representa un peligro, porque el ano es un esfínter que se dilata y se contrae, y es por ello que ocurren estas emergencias.
Si con todo lo anterior usted quiere erotizar su vida sexual, hay elementos menos peligrosos que podrían proporcionarlo placer, pero eso se los contaré en una próxima columna.
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