Y si me aferro a esa primera noche de miradas azotadas,
y si mi mente retrocede a ese preciso instante
del beso robado en la puerta de mi casa,
mientras leo una a una tus medias cartas,
tus intentos de poemas, en fin,
tus frases tan claras y profundas
que me llevan al principio de todo,
que me llevan…
Quisiera haberme quedado atrapada allí,
en cualquier renglón
donde yo habitaba tus anhelos y tus sueños,
donde yo era el lienzo para que tú crearas sobre mi infinitamente.
Debí haberme quedado ahí, justo en la flor que sellaba el sobre,
en cualquier rescoldo de la canasta.
Detenerlo, congelarlo,
tuvimos que habernos quedado allí,
para no añorar la belleza que nos abandona.
Volver al dulce juego es tarea de dos
y tú, ya no te acuerdas del escondite donde guardamos nuestros
encantos,
¿Será que no lo merecemos?
Poeta invitada: Rosa Herrera Bossio
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